Aquellas clases de gimnasia de la EGB y sus aparatos de tortura

Plinton 80Este post va dedicado a mi profe de gimnasia, a aquel me que suspendió durante toda la EGB y no permitió que me dieran el Graduado Escolar hasta septiembre, porque yo me negaba a jugarme la vida con estos aparatos de tortura.

De aquellas clases odiaba todo y más que Educación Física parecían un preparatorio para las Olimpiadas. No se vosotros, pero yo mañana me pongo malo y no hago gimnasia, a ver cómo consigo que mi madre me haga un justificante.

Potro

Potro

Había varias modalidades de saltar el potro: abriendo las piernas, con los pies juntos pasando por encima… Era el pequeño de la familia, parecía inofensivo, pero engañaba, al menos el que había en nuestro gimnasio no estaba amaestrado y parecía salvaje. A base de intentarlo y más de un porrazo (en alguna ocasión lo llegué a tirar), lo conseguí saltar. Para no tentar a la suerte, no volví a probarlo nunca más.

Caballo

Caballo gimnasia

El padre de la familia era mucho más largo y encima terminaba en punta para acojonar más. En nuestro caso teníamos que saltarlo a lo largo, yo siempre calculaba mal y me quedaba sentado en medio. Qué dolor, ¿no lo podían haber hecho un poco más acolchado?

Plinton

Plinton

Pero el más temido de todos los aparatos, sin ninguna duda, era el plinton. A mi lo de dar una voltereta encima de esos cajones de madera, cuando no era capaz de darla en el suelo sobre una colchoneta, me parecía ciencia ficción. De ser capaz de hacer aquella pirueta estaría en el circo, o preparándome para las próximas olimpiadas, pero no en EGB. Pasa, pasa, yo me vuelo a poner el último de la cola a ver si cuela.

Cuadro Sueco

Cuadro sueco

No podíamos subirlo de forma normal, como si fuera una escalera, no. Había que ir retorciéndose como una serpiente, un peldaño por delante y otro por detrás. El lío que te hacías era monumental, en una ocasión llegué hasta arriba, pero cuando comprobé la altura era incapaz de bajar. Se me quitaron las ganas de visitar Suecia para toda la vida. No voy ni al Ikea, por si acaso.

Escalera horizontal

Escalera horizontal

Hay que tener mala leche para colocar una escalera en horizontal y obligarte a escalar por ella, con lo sencillo que sería subir apoyando los pies, como se ha hecho toda la vida. Aquí siempre la misma historia, colgarte del primer peldaño, estar así un rato, como un saco de patatas, y en el momento que movía una mano para alcanzar el segundo, al suelo.

Espalderas

Espalderas

Servían para todo, desde hacer el pino a hacer flexiones o colgarse de ellas como monos. Yo os aseguro que jamás les encontré la menor utilidad, por mi podían desaparecer del planeta y yo tan feliz. ¿Realmente son necesarias?

Cuerda lisa o con nudos

cuerda lisa nudos

Si alguno tenía pensado se de mayor bombero o Tarzán, vale, pero no era mi caso y no comprendía que utilidad tenía hacernos subir por una cuerda. El juego ese que había que hacer con la pierna jamás lo conseguí, si no era capaz de escalar por los nudos, os podéis imaginar lo que podías llegar a hacer con la cuerda lisa. Qué risa.

Minitramp

Minitramp

Recuerdo que la primera vez que sacaron el minitramp hasta me alegré, por fin un aparato que no daba miedo. Ahora, bien ¿alguien sabe explicarme por qué tanto muelle y tan poca superficie destinada para saltar? La puntería, tampoco ha sido la mío.

Salto de altura

Salto de altura

No, tampoco llegue a controlar la tijera y afortunadamente en mi cole en vez de listón se utilizaba una goma, así que aquí te podías tirar en plancha sobre las colchochetas que tampoco te ibas a hacer daño. Cuidado, cuidado, que se te caen los mástiles encima. Vaya.

Bueno, ¿qué tal os ha ido el examen de gimnasia? Yo un 0, para variar, a ver si la siguiente evaluación que toca todo eso de correr y demás, sin ninguno de estos horribles aparatos, recupero. ¿Te imaginas que tuvieras que volver a hacer todo esto hoy?


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Comentarios (156)

  • Gema Reply

    De todos estos yo sufrí el potro, el plinton y las espalderas… Pero recuerdo además un trampolín, que era en realidad una pequeña rampa de madera flexible, y que se utilizaba para ayudarte a saltar o el potro o el plinton en sus máximas alturas… Espeluznante…

    14 octubre, 2012 at 16:56
    • Julia Reply

      Me encanta este post,me he divertido mucho y me he reido con los comentarios de Jorge con dada uno de estos aparatos.
      La verdad era que cuando llegaba la clase de gimnasia,con estos aparatejos era realmente monstruoso.
      Gema yo tb recuerdo el trampolin de madera,en mi clase tb se usaba.
      Ahora los chiquillos no tienen q sufrir como nosotros.
      Saludos

      14 octubre, 2012 at 17:08
      • sara Reply

        Como que no?????? Encima antes era muy raro que suspendiesen…ahora es lo mas normal.Mi hija esrá en primero de la eso y acaban de hacer lo del plinton , los pinos y las espalderas….Y como sale a la madre el plinton y el potro ni de coña.ains

        10 mayo, 2013 at 19:27
    • Nieves Reply

      Yo… lo mismito… con trampolín de madera incluido… pero… y la barra de equilibrios… me daba absoluto pánico….

      15 octubre, 2012 at 10:53
      • FiLoNDa Reply

        la voltereta en la barra de ekilibrios era lo peor y para colmo siempre me tocaba ser la primera para el ejemplo, de todos estos chismes pinos, puentes, volteretas y todas las combinaciones posibles, y eso que no era la mas atletica o delgada de clase a mi parecer, bufffff….

        15 octubre, 2012 at 13:28
    • Anónimo Reply

      Yo no puede saltar nunca el plinton..jamás lo conseguí, y cuando conseguí saltar el potro, me rompí la tibia y el peroné y estuve en cama casi dos meses!! no es broma eh?….vaya tortura

      28 noviembre, 2012 at 14:57
      • Luis Reply

        Yo el potro y elo plinton sí lo saltaba, pero el caballo no, solo algún año después cuando me hicieron un examen de gimnasia para la Escuela de Náutica. Entonces no era universitaria. Si ese examen no se entraba.
        No sé cómo pero lo salté, vestido y todo. Aún hoy se lo cuento a todo el mundo cuando sale algún tema de estos, como una proeza, que ahora mismo me parece increible.

        31 enero, 2014 at 22:26
    • Anónimo Reply

      Genial el tema. Todos los he sufrido menos la especie de cama elástica esa…
      Terror tenía yo a las clases de gimnasia!!!
      Con lo que les gustan ahora a mis hijos que es su clase favorita, hacen juegos y pruebas divertidas sin aparatos, yo prefería tener examen de sociales!!!!! Jajaja….

      10 mayo, 2013 at 10:46
    • Rosa Latorre Reply

      Sí tía, sí. Recuerdo akel trampolín de madera… Y qué me dices del olor del gimnasio??

      10 mayo, 2013 at 15:16
    • L'Albert Reply

      Es

      24 abril, 2014 at 03:48
    • ana Reply

      Recuerdo leches con casi todos…. El potro lo llegué casi a dominar pero sin trampolín que se movía y te caías antes de saltar….Con el plinton tenía pesadillas. …hubo veces que no quedó ni un cajón en pie….como los bolos….y las espalderas si subía arriba pegaba con la cabeza en el techo eso no estaba bien calculado creo…..para mi lo mejor eran los circuitos de palos y ruedas

      28 enero, 2017 at 21:45
  • Emilio Reply

    Grandes recuerdos, sobre todo para los que dominábamos esos aparatos y eramos capaces de subir la cuerda sin nudos y a escuadra.

    14 octubre, 2012 at 17:04
    • Wanyheiss Reply

      Pero q choni eres!! XDD

      15 octubre, 2012 at 11:31
    • buscemi Reply

      Soy de los tuyos. Las clases de aparatos eran las más divertidas. el del post debía de ser de los gorditos de la clase…

      10 mayo, 2013 at 11:38
      • ssis Reply

        Menudo comentario. Podías ser una sílfide y no saber hacer esos ejercicios que los niños normales no sabían hacer. Otra cosa es que tú seas de la cuerda de Rafa Mora. Mira, puestos a generalizar…

        11 mayo, 2013 at 16:51
      • eva Reply

        Pues yo era de las “gorditas” de la clase, y era la primera en lanzarme a hacer todas esas cosas. De hecho, creo que mi nota de gimnasia nunca bajó de notable. Con lo cual no quiero decir que no me dieran pánico todos esos aparatos, solo q no lo pensaba, lo hacia y ya esta. con tu comentario has dejado claro a que grupo de niños pertenecías en el cole…

        11 abril, 2014 at 13:52
        • Peeluzzy Reply

          Tienes razón, yo también era de las gorditas de la clase y saltaba el potro y hacía el pino, cosa que algunas más delgadas no eran capaces de hacer…

          1 septiembre, 2014 at 22:07
      • Peret Reply

        Acabas de dejar claro que tú eras del grupo de los tontainas fantasmas de la clase.

        19 enero, 2015 at 00:04
      • Anónimo Reply

        Yo siempre he sido delgada, pero un auténtico paquete (además de miedosa!). La gimnasia no era lo mio… :(

        19 enero, 2015 at 00:44
      • elena Reply

        Perdón pero esta gordita saltaba el plinton y el potro perfectamente… No tiene nada que ver con el miedo que sentías al saltarlo. Mi enemigo sin embargo eran las vallas. en fin…aun así se recuerdan con cariño.

        19 enero, 2015 at 14:36
  • Mamen Reply

    A mi saltar el potro me daba pánico, pero después de un suspenso ya hice el esfuerzo por saltarlo bien. Las espalderas eran un peñazo, que luego acababa con dolor de espalda y brazos. En una evaluación hice un ejercicio con música, con aro, potro, espaldera, etc…. menos mal que saque buena nota, jajaja.

    Luego cuando empecé a jugar a Balonmano con el equipo de la Universidasd, los entrenamientos eran la leche! Volteretas con lanzamiento del balón a portería incluído, correr, saltar, etc….pues ya se me quitó el miedo a todos los ejercicios :)

    14 octubre, 2012 at 17:05
    • Anónimo Reply

      si

      8 febrero, 2015 at 16:48
    • Anónimo Reply

      esos ejercicios los ago yo k tengo 12 años

      8 febrero, 2015 at 16:49
  • perfecto. Reply

    Qué. recuerdos tengo con el salto de caballo, me rompín un brazo jajajaja :)

    14 octubre, 2012 at 17:16
  • Carlos Reply

    El potro y el salto de altura eran los tormentos que suelo acordarme en mis peores pesadillas…

    14 octubre, 2012 at 17:44
  • Teresa Reply

    Yo también tenía trampolín en el colegio. Me acuerdo mucho porque un día que fui a saltar el potro lo usé, no abrí las piernas lo suficiente y rebote dándome con la cabeza en todo el trampolín y me hice un señor chichón con mucho dolor y susto del profe y toda la clase. Después de ese día no volví a intentar saltar en toda la evaluación hasta el día del examen. El profe me dijo que para aprobar tenía que intentarlo al menos. Así que hice el amago sin mucho paripé y me puso un 5 por pena.

    14 octubre, 2012 at 18:55
  • Davintxo Reply

    me alegra ver que yo no era el unico inutil para saltar al potro.lo peor era saltar con las piernas por debajo, tremendas leches al enganchar los pies en el potro.
    Excelente post como siempre!

    14 octubre, 2012 at 19:01
    • Nieves Reply

      jajajaja… a mi tb me mandaban saltarlo de esa manera… juer, ni que fuéramos del circo del sol… en la hora de gimnasia se contenía el aliento hasta que el profe decía que tocaba, si era algún deporte respirabas, pero si era algún aparato del terror… ufffff…. jajajaj

      15 octubre, 2012 at 10:56
  • Rocío Noteinteresa Reply

    Pues sufrí estos y alguno más (excepto subir por la cuerda). Recuerdo que en salto de altura, cuando la barra estaba muy alta y había que saltar casi de espaldas, siempre, siempre, siempre, terminaba desollándome el codo derecho, y es que la colchoneta era de lo más duro. No sé qué trazas me daba, pero siempre terminaba con el codo lesionado. La verdad es que no sé si pensaban que debían entrenar a futuros atletas o qué, pero el caso es que hacíamos de todo, y al menos, la profesora de mi colegio no se movía ni para atarse los cordones de las zapatillas… así estaba la pobre de gorda, de lo floja que era…

    14 octubre, 2012 at 19:02
  • belén Reply

    También había barras paralelas, barra sueca, mesa alemana…muy internacional. Nunca conseguí hacer las paralelas pero me encantaba ver a mis compañeras.

    14 octubre, 2012 at 20:46
    • esther Reply

      las paralelas era el aparato que mas me gustaba eso de tener que dar la voltera me encantaba ah eso si la barra de equilibrio la odiaba a muerte eso de tener que hacer la voltereta ahi no ibba conmigo.

      22 mayo, 2013 at 23:41
  • jonas Reply

    Lo que mas asco me daba era el plinton,creo que nunca llegue a hacerlo bien,siempre me caia por un lado.Odiaba todos estos aparatos.

    14 octubre, 2012 at 21:01
  • Benjamí León Olivert Reply

    Pues sí, que recuerdos. Yo también he sufrido con esos aparatos. No sé si las clases serán igual ahora. Tengo entendido que ahora hacen incluso examen teórico, cosa que yo nunca hice. Me acuerdo también del chándal rojo del cole que llevábamos en invierno, y luego cuando hacia más calor una camiseta de manga corta blanca con el nombre del cole y los clásicos rockys o meybas de adidas cortitos, rojos en este caso. La época en que los chicos enseñábamos muslo. Ahora parece que esté mal visto y sea algo reservado exclusivamente para las chicas, cosa que considero una tontería, pero en fín, es lo que tienen las modas. Felicidades por el blog y el grupo de facebook. Continuad igual.

    14 octubre, 2012 at 21:09
  • Davintxo Reply

    los chandals de los 80 merecen un estudio, desde los mas pudientes que llevaban los de adidas , pasando por los kelme para llegar a los sin marca.
    en aquella epoca de 70-80 ni sabiamos lo que era Nike!

    14 octubre, 2012 at 21:23
  • marife Reply

    De todos los aparatos que habeis publicado, el peor para mi fue el plinton. Fue la peor de mis pesadillas con diferencia…. y encima era la unica de clase que era incapaz de saltarlo y me bajaba la nota de gimnasia… me hizo pasar muy malos tragos… menos mal que el tiempo todo lo cura jajajaja!!!! :)

    14 octubre, 2012 at 21:40
  • Pablo Reply

    Y que me decís de los balones medicinales? Yo no sé si eran exclusivos de mi colegio o si eran una plaga en todos los coles. Eran unas pelotas fofas de cuero enormes que pesaban como un muerto y que había que lanzar, pasar por encima de la cabeza, sostener en vilo y no se cuantas chorradas más.
    Para el potro, plinton y otros animales yo no tuve problemas porque con 12 años media un metro setenta y la media de mi clase era de un par de palmos menos. Era en lo UNICO en lo que era bueno en deporte.

    14 octubre, 2012 at 22:13
    • Nieves Reply

      siiiiiiiiiiiiiii…. en mi cole también había… y jamás entendí para que valían… me parecía siempre una estupidez lanzar un balón y yataaaaaaaa…

      15 octubre, 2012 at 10:58
    • eva Reply

      En mi cole también los usabamos, y siempre me pregunté que tenian de medicinales aquellas pelotas q pesaban como un muerto…

      11 abril, 2014 at 13:47
  • Hanatori71 Reply

    Yo conseguí saltar el potro imaginándome todo el proceso, en eso le doy las gracias a mi profe de 8º. En ese curso, de todas formas, la clase consistía en 5 minutos de calentamiento y luego salto de potro y plinton, una tortura. En el plinton me quedé clavada de cabeza, intentando hacer una voltereta, y hasta el profe se asustó… Las cuerdas las vi en 1ª BUP, pero eran más de adorno que otra cosa. Lo bueno del post es que es un alivio saber que hay tíos a quienes no se les daban bien todos estos instrumentos de tortura…!!

    14 octubre, 2012 at 23:04
  • Foly Reply

    Con relación al último comentario de Rocío, sobre que su profe de gimnasia no hacía nada de nada (la mía tampoco), a pesar de lo que nos exigían a nosotros, me pica la curiosidad de saber si esto sucedía en toda España o es que en Madrid éramos así de tontos… ¿Cómo eran los profes de gimnasia de los demás coles?

    14 octubre, 2012 at 23:40
    • Alicia Reply

      Mi profesora de gimnasia de toda la EGB era una tirana absoluta, Jamás se movía de su banco. Se sentaba allí con cara de desprecio, encendía un pitillo, sacaba a una de las niñas a demostrar cómo era el ejercicio y… ¡hala! todas allí en fila como ovejas al matadero mientras la profe se permitía burlarse de las que lo hacían mal…

      16 abril, 2013 at 09:43
  • Salva Reply

    Yo era de los que algunas cosas se me daban bien (pero nunca perfecto) y otras de pena. De pena: Todo lo que tuviera que ver con saltar, sea aparatos o potencia de salto (salto de longitud sin carrerilla y eso), así que el potro y sus compañeros se pueden ir al infierno.

    14 octubre, 2012 at 23:56
  • Cristina Reply

    Y las vallas??? En mi cole las teniamos. Habia de 2 alturas, las mas bajas nos las hacian saltar, eran negras. Y las mas altas nos las hacian pasar por debajo, estas eran azules. Y lo mismo el profe ni se movia, ni siquiera para explicar como se realizaba el ejercicio, se limitaba a leer el periodico. Recuerdo que bajabamos al gimnasio y decia: “Hoy hacemos circuito”. Eso era que ibamos a utilizar todos estos aparatejos, y nosotros mismos lo montabamos y luego lo recogiamos, a no ser que tuviera clase con otro grupo que lo dejabamos como estaba.

    15 octubre, 2012 at 03:02
  • Pepi Reply

    Foly, pues en mi cole, de monjas y profesoras de “familia bien” nos daba gimnasia la misma tutora del curso, sin idea alguna del tema, y sin ganas. Ni calentamiento ni porras, a matarse directamente.. Yo siempre he sio la gordita de la clase, imagina mi sufrimiento.
    Jorge..gracias

    15 octubre, 2012 at 08:29
  • Mr.Spectrum Reply

    Menos mal que no soy el único que odia el jodido plinton y lo del salto de altura que horror. Es uno de los pocos recuerdos malos que tengo de la E.G.B.

    15 octubre, 2012 at 10:47
  • Esther Reply

    Después de los idiomas, que merecen capítulo aparte, creo que la educación física ha sido siempre la asignatura peor impartida… ¿Porqué antes odiaba hacer deporte y ahora me apasiona? Ahí dejo título para posible libro, jaja.

    15 octubre, 2012 at 13:13
  • Anitasoft Reply

    Yo fui, y sigo siendo la gorda de donde quiera que estoy (pero siempre lo he llevado muy bien) y el tema de esos cacharros me hacía entrar en un estado de estress indescriptible. Menos mal que eso ya pasó. Y no te digo nada intentando dal volteretas o hacer el pino, ahí no había aparatos que valga, pero anda queeeee….
    Jejeje, un saludo a todos.

    15 octubre, 2012 at 13:14
  • olga Reply

    pues a mi me encantaban todos estos aparatos aunque las cuerdas no las llegue a probar. Lo que odiaba era correr el kilometro cronometrado una vez por trimestre. Por suerte mis notas en educacion fisicas siempre estuvieron entre el notable y el sobresaliente.

    Eso si, si hoy dia tuviera que utilizarlos otra vez, estoy segura de que ya no me harian tanta gracia, aunque no me guste admitirlo, los años no pasan en balde……

    15 octubre, 2012 at 18:31
  • carlos Reply

    Yo recuerdo sobre todo las vallas. Qué miedo. Sin embargo luego ví que las iba saltando y acabé todo un experto en el tema. Orgulloso, vamos.

    16 octubre, 2012 at 07:50
  • mari Reply

    Qué horror las clases de educación física, con el potro, el plinton, yo iba a un cole de monjas y la profesora de gimnasia (la señorita tere) jamás se puso el chandal, siempre venía con falda y zapatos de tacón, nos acompañaba al gimnasio y luego ella se iba a tomar café con las monjas. Pero el día del examen te exigía saltar el potro a lo largo y a lo ancho y la voltereta en el plinton y demás. Yo jamás pude saltar el potro, me acuerdo que siempre me decía que me iba a suspender, y solo me ponía un 5. Ahora que soy maestra y veo lo que hace el profesor de E F, ni comparación, nada de espalderas, ni potro de torturas ni salto de altura, ni tampoco veo a ningún niño o niña con miedo o temor en la clase de gimnasia, no como en mis tiempos.

    16 octubre, 2012 at 10:19
  • Max Reply

    Muy buena la entrada, pero un detalle: se dice plinto, no ‘plinton’.

    16 octubre, 2012 at 19:21
    • Salva Reply

      Cierto. Plinto es lo correcto pero la verdad es que siempre hemos dicho más plinton, aunque es incorrecto.

      16 octubre, 2012 at 22:04
  • Claudia Reply

    Yo he usado todos esos aparatos, pero decir que se dice PLINTO y no Plinton. Cuando hagáis un reportaje, por favor intentad que se vea al menos que os habéis informado.

    17 octubre, 2012 at 12:03
    • mahjong Reply

      Jopeee todos decíamos plinton. No se puede desautorizar la entrada por esa N de más que como digo todos decíamos.

      17 octubre, 2012 at 20:42
    • Alicia Reply

      Es cierto, se decía “plinto” pero quien esté libre de culpa… como decía aquel. Tampoco esto es un reportaje. Todos nos equivocamos.

      16 abril, 2013 at 09:48
      • Mario Reply

        Pues yo ahora me entero que se dice “minitramp” y no “militrán”. Nunca ví la palabra escrita, pero lo yo juraría que los profesores lo llamaban así….

        8 julio, 2013 at 00:21
  • mahjong Reply

    El plinton mi viejo archienemigo.

    Y mucho peor en el caballo que caer en el centro era caer de refilón al final pegando con la rabadilla en el final. Dios que lagrimones soltaba… prefería caer sobre mis partes en el centro… duele menos.

    ¿Y ese momento de traer el plinton cajon por cajon desde el almacén? Parecía que montabas un ataud… y claro te hacía pensar en lo que te iban a pedir hacer.

    Dios… como odiaba esas clases.

    17 octubre, 2012 at 20:40
  • miguel Reply

    Jajajajaja muy bueno!!!,que recuerdos..yopase por todos y nunca encontre nunguna razon de por que se debia hacer…con lo bueno que era en la clase de gimnasia un partido de lo que fuera,incluso un balon prisionero…en fin……recuerdo una vez un compañero mio de clase que al saltar en salto de altura se salieron las colchonetas que habia detras y se dio un buen porrazo en el culete ,digno de la lucha libre….el pobre se tiro una temporada sin poderse sentar…enhorabuena por la pagina y segir asi..que me encanta leeros..un saludo a todos los que pasais por aqui….

    18 octubre, 2012 at 18:54
  • Eva Reply

    Pues a mí la clase de gimnasia (no Educación Física) me encantaba, de hecho mi extraescolar era Gimnasia Rítmica, sin embargo no se por qué el potro me imponía, además
    tenía la curiosa manía de gritar cuando saltaba en el trampolín de madera,como si me fuera a matar… Teníamos también una barra de equilibrio y recuerdo andar haciendo el enano, dar la voltereta…La tela que la forraba estaba rota y se metía la zapatilla dentro, menudos porrazos.
    En mi colegio, de monjas y solo chicas, mi profe era muy joven y creo que nunca la he visto sin chandal, nos metía mucha caña y a final de curso se hacían exhibiciones con los horribles mallots que siempre se nos metían por el c…

    18 octubre, 2012 at 23:16
  • Marta Reply

    Tuve que arrojar balón medicinal en 2ºde BUP en el examen de la primera evaluación. El verano anterior había estado haciendo, por aburrimiento, pesas en un gimnasio del barrio. De resultas que a la hora del examen, mis compañeros hicieron marcas muy normalitas, yo lo arrojé a más de 6 metros. Todavía me río con el silencio sepulcral que siguió a mi lanzamiento, y de la jeta que se le puso al profe de gimnasia.

    21 octubre, 2012 at 15:22
  • Inma Reply

    Pues yo me acuerdo del caballo donde una amiga mía dejó sus partes nobles porque no calculó bien la distancia y se dio tremendo golpazo (todavía se acuerda del moratón que le salió). También me acuerdo del potro y de su consabido trampolín. Yo pegué un salto, me quedé de rodillas en el potro y luego por pura ley de la gravedad empecé a caerme hacia atrás como a cámara lenta. Recuerdo la cara de las dos chicas que estaban a sendos lados del potro y que no me ayudaron sino que dejaron que inoxerablemente me raspara toda la espalda en el trampolín. Odiaba la clase de gimnasia y en primero de BUP me tocó módulo de gimnasia para rematar.

    21 octubre, 2012 at 16:58
    • Marta Reply

      Yo tengo una anécdota bastante parecida a la tuya con el potro, pero en mi caso me quedé “encallada” justo a mitad del potro, lo que no evitó mi cámara lenta y mi consecuente caída hacia delante. Maldito potro! xD Las espalderas eran divertidas cuando el profesor no estaba presente y se usaba de juego, pero cuando tenías que hacer un ejercicio… era una auténtica máquina de tortura xDDDD

      24 octubre, 2012 at 13:45
  • Dani Reply

    Pues en mi colegio se hacia una modalidad del salto de potro que se llamaba “salto del leon” que yo creo que era un invento del profesor que era un flipado. La cosa consistia en lanzarse de cabeza sobre el potro y caer en la colchoneta dando una voltereta. Muy Parkour, vamos. A pesar del miedo y de hacer alguna vez el truco de ponerse al final de la cola acabe haciendo esto y lo del plinto, que eran las 2 cosas que mas acojonaban. Y aun asi me acababa suspendiendo la evaluacion el condenado…

    26 octubre, 2012 at 00:07
  • Peque Reply

    Conozco todos menos el cuadro sueco ese…no lo he visto en mi vida. la verdad es que a mi la gimnasia me encantaba, asi que se me daba bastante bien, de las chicas era la unica que me atrevia a hacer cualquier cosa y sin mojigatear. me lo pasaba bomba haciendo el murcielago en las espalderas. aiiis q recuerdos

    27 octubre, 2012 at 22:50
  • LANCA Reply

    Fueron casi todos los aparatos habituales en mi clase de gimnasia de EGB y BUP. Recuerdo mucho también una colchoneta dura, forrada de plástico, de unos 7 cm de grosor sólo, donde teníamos que dar volteretas varias o hacer el famoso puente, con el miedo de partirte la espalda o el cuello.
    En general no les tenía aversión, pero lo pasaba muy mal viendo el pánico de algunas compañeras temblándoles las rodillas antes de saltar o cuando se atascaban la entrepierna en el potro. ¡ahhhgg!

    4 noviembre, 2012 at 14:17
  • Cómo nos castigaban en los 70 y 80 - Yo fui a EGB Reply

    […] Aquellas clases de gimnasia Aquellas clases de sociales Cuentos cívicos de Everest […]

    20 noviembre, 2012 at 08:50
  • Anónimo Reply

    ajajajajajaajjajajajaja me rio de todos vosotros

    9 diciembre, 2012 at 19:26
    • ssis Reply

      ¿Y?

      11 mayo, 2013 at 16:53
  • Anónimo Reply

    ami no me daba problemas ninguno yo sabia hacer todos y eso k soy una chica
    yo sacaba dices siempre jajaj

    9 diciembre, 2012 at 19:28
  • Toni Reply

    Jajaja ostras que recuerdos el potro y mi gran amigo Petis en una clase de gimnasia o lo que hoy conocemos por educación física salto y quedo co las piernas abiertas sobre este y todos a partiese de risa jajajaja maravilloso

    11 enero, 2013 at 09:40
  • Toni Reply

    A mi también se me daban bien todos salvo el levantarme del suelo con las piernas cruzadas y hacer el puente jajaja

    11 enero, 2013 at 09:42
  • Toni Reply

    Recuerdo que en el año 83 implantaron un nuevo uniforme para hacer gimnasia.
    Se trataba de un pantalón corto color blanco y una camiseta azul .
    Yo jamás había mostrado mis piernas porque no me gustaban ni los rockis “nombre que se le daba a los conjuntos de pantalón corto y camiseta de tirantes muy populares a finales de los setenta principios de los 80 ni nada que se le pareciese.
    En un intento de camuflar mis piernas subí hasta la rodilla unos calcetines de abuelete ,tipo cuéntame hasta mis rodillas, la verdad que mi entrada fue triunfal todos partiendose al verme con esa pinta de paleto y con mis calcetines hasta la rodilla.

    11 enero, 2013 at 09:53
    • Odissey72 Reply

      Buenísimo! Ja jajaja…

      16 enero, 2014 at 20:05
  • Revisamos que llevaba en la cartera del cole un niño en la EGB - Yo fui a EGB Reply

    […] ¿Quién no hizo alguno de estos trabajos de pretecnología en los 70 y 80? Aquellas clases de gimnasia de la EGB y sus aparatos de tortura […]

    11 febrero, 2013 at 21:01
  • Juan Reply

    Viejunos, yo soy de la era ESO y todos esos aparatos se siguen utilizando… xD

    17 febrero, 2013 at 14:01
  • Jose Reply

    Estos aparatos eran mi peor pesadilla. Solo consgui saltarme el potro. Los demas ni rezando a todos los santos.

    8 marzo, 2013 at 14:07
  • Salomon Reply

    Yo tuve una profesora que nos ponía a formar en medio de la cancha de baloncesto y hacíamos ejercicios muy sencillos como levantar el brazo izquierdo, ahora el derecho, ahora una pierna… el resto del colegio nos decían “los cigüeñas”. Todavía escucho al resto de los niños, y algunos profesores reír por las ventanas de las clases que daban al patio.
    Mas tarde sacaba un pandero y nos hacia correr al ritmo del” pom, pom”. Que bueno.
    Por suerte existían otros profesores que sacaban balones de fútbol y baloncesto y nos dejaban hacer lo que nos daba la gana. Ellos se apoltronaban bajo un árbol y a fumar ducados. Ole!

    11 abril, 2013 at 12:35
  • Elora_Danan Reply

    En mi cole teníamos un potro enorme que tenía un peso redondo colgado de una cadena para evitar que se volcara con los impulsos y las arremetidas. La más pelota de mi clase, que todo lo hacía perfecto, hizo el pino sobre el potro pero llevaba tanto impulso que cayó sentada sobre la colchoneta y rebotó contra la pesa, dándose en el coco con ella. Imaginaos el cachondeo…

    10 mayo, 2013 at 09:51
  • phosky Reply

    Jajajjaa, joder, parece el relato del típico niño gordo que solo con pensar en hacer gimnasia le daba mareos xDDD.

    Yo tengo buenísimos recuerdos del salto de altura, ya que gané el campeonato de Bizkaia 2 veces y en otra ocasión quedé en segundo puesto. Por aquél entonces tenía 14 años y saltaba más que mi propia altura.

    Ay si llego a seguir en atletismo… igual ahora estaba compitiendo en las olimpiadas (bueno, con 28 años más bien pensando en retirarme jeje).

    10 mayo, 2013 at 09:56
    • ssis Reply

      ¿Y ahora ya eres el típico adulto gordo?

      11 mayo, 2013 at 16:54
  • Mamen Reply

    Ufff, los pelos como escarpias me has puesto al recordar todos estos aparatos de tortura. Lo mas curioso es que odiaba la clase de Gimnasia que entonces se llamaba así, y fue terminar EGB despedirme de Don Angel, que se llamaba mi profe, y empezar a gustarme el deporte, que no la gimnasia.

    10 mayo, 2013 at 10:02
  • Ana Reply

    Qué recuerdos…! La única vez que intenté pasar la escalera horizontal me pegué una buena galleta. Después del momento ‘saco de papas’, solté una mano para agarrar el siguiente peldaño, el que tenía sujeto con la primera mano rotó como un portarrollos del papel higiénico y me fui de morros al suelo. Planchazo sonoro en la colchoneta. Me quedé tan flipada que ni llorar me salió xDDDD. Nunca más volví a intentarlo XDDDDDDD.
    Nosotros también teníamos el trampolín de madera.

    10 mayo, 2013 at 10:45
  • Velmakelly Reply

    A mi me gustaba saltar el potro…pero las cuerdas y esas escaleras horizontales que te dejaban las manos peladas….

    10 mayo, 2013 at 11:22
  • Mª del MAR FERNANDEZ JODAR Reply

    Me gustaba mucho la gimnasia aunque en mi colegio no habia gimnasio y nos teniamos que desplazar a otro sitio,pero habia todo esos aparatos y yo era bastante buena.

    10 mayo, 2013 at 11:31
  • Sara Reply

    A mi personalmente era una de las clases que más me gustaba, estuve a punto de ponerme espalderas en mi casa XD. Pero que me pongan ahora a hacer algo de aquello que me muero.

    10 mayo, 2013 at 11:43
    • Sara Reply

      Por cierto, pasar la escalera horizontal en mi colegio si que era Misión Imposible, se movían todas las barras.

      10 mayo, 2013 at 11:45
  • Laura LG Reply

    Os tengo que felicitar por este post ya que me he sentido tan identificada con él que aún me estoy riendo de mi pasado como “gimnasta”..jajajaj. Contar que yo era de las que aprobaba lo justo y la única asignatura que se me quedó en 3 de BUP (ya os podéis imaginar el mosqueo que pillé yo) para septiembre fue gimnasia. Y es que teníamos una profe que estaba pasada de kilos que creo que volcaba sus frustraciones en nosotros y cada vez nos hacía hacer cosas más raras subidos encima de esos aparatos. Yo hubiera preferido en esos momentos que me metieran en una Iron Maiden ( el que no sepa que es, que lo busque en google, es un instrumento de tortura ), antes que saltar y hacer cosas de esas sobre el plinton…poco más puedo decir, yo creo que de ahí vienen mi trauma con la gimnasia que no sea hecha en el agua. Un saludo.

    10 mayo, 2013 at 11:46
  • edissa Reply

    Nosotros teníamos un gimnasio que solo se usaba cuando llovía y no podíamos hacer nada en el patio, tenía de todas estas cosas, además lo recuerdo como si lo viera ahora mismo, las espalderas, el plinto, el potro con el trampolín, la escalera horizontal, la supercolchoneta, las cuerdas…. Yo nunca superé el salto del potro, horrible, a pesar de que el profesor me argumentaba que cuanto más largas tenías las piernas mejor se saltaba… solo lo salté una vez y otra que me quede sentada y empecé a resbalar y tuvo que impulsarme el profesor por detrás para que no cayera, con la consabida hartá de reir de toda la clase, que humillación. Menos mal que el profesor no nos suspendía nunca por no saltar, creo que nos comprendía bastante bien. El plinto, ya, bueno es que hasta me salía de la fila. Las escaleras horizontales, colgada como un salchichón…. no hubo forma me quedaba paralizada del terror. No tuvimos cuadro sueco….., y las espalderas y el salto de altura nunca tuve problema, me encantaban.
    También teniamos foso de arena en el patio y hacíamos salto de longitud, las vallas horrible, nunca las salté, y en el instituto tuvimos balón medicinal, tiro de pértiga, de peso y de disco, eso me encantaba, ahora, el dichoso test de Cooper….
    Nuestra profesora en el instituto tenía cerca de 60 años, asique os imaginais que no hacía nada, solo dirigir, pero siempre decía que de jovén era una gran gimnasta y que tenía muchas fotos, que nunca vimos, la recuerdo con mucho cariño.

    10 mayo, 2013 at 12:12
    • edissa Reply

      jajaj, no era pértiga, era jabalina, lo que hace la edad…

      10 mayo, 2013 at 14:26
  • Monica Reply

    A mi se me daba muy bien saltar al potro, y mira que nuestra profe de gimnasia daba caña…todavía recuerdo el ” No hay dolor, no hay dolor…” Hace 3 meses fui a mi antiguo colegio para una visita de antiguas alumnas yyyy……allí estaba el potro….el mismo…vamos que no sé cuántos años tendrá porque ya conmigo era viejo…jajajaja
    Tengo foto pero no se puede poner aquí..ooohhh

    10 mayo, 2013 at 13:57
  • PHR Reply

    madre mia cada vez que los veo me pongo mala..tantos aparatos..efectivamente de tortura..cuando te ponian en fila para saltar los aparatos y veias que cada vez te quedaba menos para llegar a ti..que sudores..me temblaban hasta las piernas…

    10 mayo, 2013 at 14:08
  • pili Reply

    Yo conocí el potro, el plinton y las espalderas, y aun a riesgo de parecer muy rara, los dos primeros me encantaban… ¡yo es que era muy saltarina!

    10 mayo, 2013 at 14:59
  • Yoly Reply

    Cuando mis alumnos se enteran que la clase que más odiaba cuando era pequeña era Educación Física me dicen que les estoy vacilando y no me creen.
    Gracias al Instituto aprendí que la EF era mucho más que estos aparatos de tortura y gracias a ello me convertí en lo que ahora es mi pasión: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡MAESTRA DE EDUCACIÓN FÍSICA.!!!!!!!
    Ahora las clases no tienen nada que ver con lo que padecimos nosotros.

    10 mayo, 2013 at 15:25
  • Jessica Reply

    Jajajajaja genial el artículo!
    Pues sí, qué necesidad había de hacerlo pasar tan mal a unos pobres chiquillos? Mi profesor encima era lo más huraño del mundo, te dejaba en ridículo delante de los demás y era un machista de cuidado…
    Yo conocí el potro, el plinton (a ambos les colocaban una colchoneta encima para saltar, con lo cual era el más difícil todavía), la escalera horizontal (aunque ésta no me daba miedo, más bien risa xd) y las espalderas, pero con ellas no tengo trauma jajaja
    También eran horribles las volteretas para atrás! nunca las conseguí hacer, me parecía que iba a romper el cuello…

    10 mayo, 2013 at 15:26
  • Soraya Reply

    Pues yo no se, si fue porque fui de las última promoción de EGB pero en mi colegio en gimnasia solo nos obligaban al Plinton (pavor le tenía aunque luego se pasaba bien), las espalderas que servían para todo como dices y el salto de altura. Las otras ni recuerdo que se hicieran cuando yo iba. Aunque a excepción de la prueba del km que me faltaba un poco de resistencias, las otras no me esforzaba para aprobarlas con buena nota.

    10 mayo, 2013 at 17:19
  • Rokyfeler Reply

    y también cuando nos hacían hacer el test de cooper. Sigo sin encontrarle sentido nunca lo he vuelto a hacer.

    11 mayo, 2013 at 16:05
    • Luis Reply

      Eso no lo conozco. ¿Que es el test de Cooper?

      14 mayo, 2013 at 12:41
      • Miriam Reply

        Dar doce malditas vueltas al patio del recreo corriendo (creo que en realidad son unos minutos determinados, en mi patio eran doce vueltas) Yo lo tuve que hacer en un patio que era mitad cemento mitad descampado con las plantas que nos llegaban a la rodilla; el doble de divertido.

        23 mayo, 2013 at 01:04
  • ssis Reply

    Y, por cierto, ¿de qué coño servía esto? No conozco a nadie que le sirviera para nada, excepto para tener muy malos recuerdos.

    11 mayo, 2013 at 16:55
  • MªAngeles. Reply

    El plinton,,, eso si que era una tortura. Saltar ese trasto, algo invencible, Y las monjas,,, sino lo saltas no apruebas, y tu, pensando, eso es imposible, nunca podre llegar a superar esa prueba,,, Quien invento ese maldito trasto?????

    13 mayo, 2013 at 20:36
  • Luis Reply

    ¿En serio? ¿De verdad? ¿Ninguno de los aparatos? Yo no es que fuera, precisamente, el atleta de la clase, mas bien todo lo contrario, pero…. saltar el potro, rodar por el plinton, hacer el pino y el pino-puente…. Era lo más divertido, soltar toda la energia que teniamos de crios en una clase y encima que nos pusieran nota por ello… Pues entonces, si esto te parecia una tortura, espero que nunca tengas que hacer una pista americana como me toco hacer a mi en la mili… Jejeeee…

    14 mayo, 2013 at 12:41
    • MayteFi Reply

      Luis en mi cole nos hicieron saltar al plinton a lo ancho, que no a lo largo… Me quede en la colchoneta ‘escarranchada’ no podia cerrar las piernas, jajajjajajajaja

      3 noviembre, 2013 at 11:55
  • Nago Reply

    pues a mi que me traen buenos recuerdos!!jajaja… aunque bueno, mi maisu (profesor) siempre le decia a mi ama que yo era el ejemplo vivo de que el hombre venia del mono, asi que ya que a los arboles no me dejaban subir… lo hacia a la cuerda!jajajja, por eso ahora me he metido a hacer circo… pero bueno, entendia perfectamente lo que podia traumar a la gente de clase que no le gustaba…
    eso si, en la ikastola donde yo tabajo, todavia los hay!

    22 mayo, 2013 at 23:35
  • Miriam Reply

    El potro me trae bonitos recuerdos de mi historia de superación en octavo. Estaba convencida de que era incapaz de saltar el maldito trasto, por ser la más bajita de la clase con diferencia y más bien gordita. Hasta que un día entré en modo Capitán Cavernícola y no sólo lo salté, pasé por encima como una bala sin tocarlo y fui a caer a los pies del profesor. Desde aquel día era la estrella del potro y hasta nos entró la moda de saltarlo en el recreo, usando de potro a algún compañero incauto que no quisiera saltar.
    También recuerdo los pocos años que una vecina y yo estuvimos haciendo rítmica y éramos las estrellas de la clase de gimnasia, todo el mundo nos pedía que nos retorciéramos y levantáramos la pata como Xuxa.

    Por lo demás, siempre fui un desastre en educación física, a pesar de que a partir de cierta edad siempre hice mucho deporte. No sé cómo serán las clases ahora, pero en aquellos años y con los aparatejos del infierno, no se tenía en cuenta el diferente desarrollo de los niños y que aunque estén en la misma edad, no se les pueden pedir las mismas capacidades.

    23 mayo, 2013 at 01:02
  • Fafe Reply

    Habia verdaderos mounstruos , profesores de ef que incluso se reian de quienes no lograban hacer estos aparatos, hoy no ejercerian . en mi caso haciamos guerra de romanos: que era tomar 2 colchonetas del salto de altura, de unos 60 cm de espesor por 2 m y 1.5m de largo y ancho y tomados por los alumnos de uno y otro bando , enfrentarlas una con otra sujetada a medio metro del suelo. ganaba el que empujando derribase a la otra colchoneta y los que la sujetaban detras. Es ridiculo estos aparatos, valdria correr, tener buena coordinacion en hacer cosas, compañerismo etc.

    30 junio, 2013 at 09:23
  • Indignado Reply

    Y a toda esa parafernalia la llamaban “educación física”, que ni educaba ni ayudaba a mejorar el físico. Más hubiera valido que fomentaran deporte, atletismo, etc., que todas esas payasadas que nos obligaban a hacer.

    En fin, eran otros tiempos.

    20 agosto, 2013 at 20:32
  • mónica v Reply

    El mayor trauma de toda mi etapa escolar, no solo EGB, fue la clase de gimnasia. Yo era completamente negada pra todo lo que se hacía allí. Los primeros años, con las volteretas y demás, pase …pero cuando aparecieron en escena estos aparatos ( potro, plinton, espalderas, bancos suecos … ) Horror !. La asignatura de gimnasia era un suspenso fijo. No podía con ella.
    Por “fortuna”, al llegar a Bup, llegó una prfesora, rosa, que aún recuerdo con cariño …que se dio cuenta de que aquello no podía ser y me pasé los 3 cursos de ballirerato, ” subiendo y bajando el banquito”, una especie de banco sueco no muy alto, que había que subir y bajar alternativamente con ambos pie. una gimnasia para torpes, vamos. tenías que hacerte como 200 veces para aprobar , y eraa gotaor, pero, al menos, no ponía en peligro tu integridad física …

    21 agosto, 2013 at 02:03
  • mónica v Reply

    Recuerdo otro ” instrumento de tortura ” de la clase de gimnasia, se llamaba ” saltímetro ” o ” altímetro “, y estaba compuesto por dos barras de hierro, con marcas de diferentes alturas, y una goma que las unía y que se iba subiendo poco a poco según la dificultad del ejercicio . Se tomaba carrerilla, y había que saltar haciendo tijera con las piernas. Menos mal que ponían una colchoneta a continuación…

    21 agosto, 2013 at 20:12
  • MayteFi Reply

    Os habeis dejado aquellos banquitos de madera que se unian mediante un gancho, esos aunque no daban miedo por si mismos, en mi cole los unian para hacer caminitos que te llevaban a un plinton para hacer volteretas. Y mi odiada barra de equilibrios, imaginaos lo que era parecerse a Aidita y que hicieran andar por ahi arriba como Nadia Comaneci.

    3 noviembre, 2013 at 11:50
  • juan Reply

    Dios mío, odiaba todos esos malditos aparatos y eso que toda mi vida he hecho deporte. Nosotros teníamos una evaluación que solo hacíamos esas cosas. Mis notas eran muy claras todas las evaluaciones aprobadas con 10 menos la de los aparatos que me ponían un 4.

    11 noviembre, 2013 at 21:49
  • jose antonio Reply

    yo me acuerdo de usar el plinto para impulsarnos hacia el potro. la cuerda subia ,hasta tocar el techo del gimnasio, sin nudos. las espalderas hasta que las piernas se pinian 90 grados con la espalda………

    28 noviembre, 2013 at 16:35
  • miguel angel hidalgo Reply

    yo gimnasia,cuando pase a 6 egb,suspendia siempre,porque aparte de que no me gustaba llevar el chándal y hacer gimnasia,la voltereta se me daba fatal y recuerdo en séptimo egb,que salte el potro y se me rompió por atrás un trozo del pantalón y se me veian los calzoncillos y eso que había chicas,gimnasia siempre lo odiaba,

    16 enero, 2014 at 16:51
  • Vane Reply

    Huy! Que recuerdos! Mas bien malos! Creo que solo se me daba bien dar la voltereta y solo hacia delante!
    Plintom, potro horribles! Hacer el pino, correr de un lado a otro cada vez con menos tiempo con los pitidos, subir la cuerda!
    Mira que me he llagado a hacer cursas de 60 km por montaña y tan pancha!

    16 enero, 2014 at 18:31
  • DIEGO Reply

    ke recuerdos,eso nos tocaba hacer cuando llovia y no podíamos hacer gimnasia fuera y encima si caias mal el primero en reírse era el cabron del profesor y el muy puñetero te hacia repetir

    18 enero, 2014 at 21:43
  • Gemma Reply

    Un niño de mi clase, Alberto se llama, se partio los dientes saltando al potro. Las dos paletas en digonal, que dolor y que susto nos dimos todos!

    19 enero, 2014 at 01:15
  • deskastao Reply

    En mi cole dejamos de usar el plinton cuando una compañera tomó carrerilla excesiva y olvidó saltar alto. Resultado: los cajones del medio del plinton salieron disparados como cohetes contra la pared de enfrente (como 4 metros o así) y la chica terminó espanzurrada sobre el cajón superior, con desolladuras múltiples y una llantina tremenda, además de un par de semanas con cojera por el golpe.
    Los padres de la chica se quejaron y el profe lo suprimió de las clases.

    22 enero, 2014 at 10:04
  • Faby Reply

    Yo iba a cama elastica despues del cole asi que la clase de gimnasia era mi preferida¡¡ pero uno de los examenes no se me olvidara en la vida ¡¡ doce vueltas al campo de futbol¡¡ que horror no sabiamos donde escondernos para que se nos pasara el flato,pero nos reiamos mucho saliamos todos a correr y en unas cuantas vueltas quedaban la mitad (el cuento de los negritos) que recuerdos.

    28 enero, 2014 at 10:51
  • Jesmond Reply

    Yo tuve el potro, el plinton y las espalderas,……. y la barra, que se debían pensar que éramos Nadia Comaneci. Yo sacaba aprobados justitos, hasta que la profesora, harta de que algunas no hicieran nada en clase y sacaran buena nota simplemente porque se les daba bien, empezó a poner las notas en función del esfuerzo que hacíamos. Empecé a sacar notables.

    28 enero, 2014 at 20:30
    • Jesmond Reply

      Eso sí, mis piernas eran un moratón desde la rodilla hasta el tobillo porque no subía las piernas para saltar, y era un golpe encima de otro golpe.

      28 enero, 2014 at 20:32
  • Mueles Reply

    A mi me daban un miedo todas estas cosas madre mia, esto eran clases de Gimnasia o era el tribunal de la santa inquisición? jajajajaja

    22 febrero, 2014 at 22:37
  • vito Reply

    para cachonde cuando en bup alguno hacia la broma de hacer que se peia cuando haciamos abdominales,era que con la espalda sudada sobre el paket hacia vacio que risas

    5 mayo, 2014 at 11:13
  • Ivan Reply

    Yo en su día usé todos los aparatos estos, menos el “nosequé sueco” (primera vez que lo veo) y las cuerdas (las usaban en alguno de los equipos del cole para entrenar, pero en la educación física común, no). Todavía las de nudos creo que las hubiera podido ir subiendo, en la lisa ni de coña llegaría arriba.

    No era el gordito de clase, pero siempre fuí torpe para los aparatos. Plinto, caballo y potro… de tortura, al menos para mí. Pretender que saltase por encima de un cacharro que me llegaba más o menos al pecho o por encima, fuera de serie.

    También era bastante malo con las vallas.

    En cambio, lo disfrutaba mucho con los balones medicinales, el balón prisionero, las pruebas de elasticidad, espalderas, volteretas y pino, jejeje.

    1 junio, 2014 at 23:41
  • Anónimo Reply

    gddd

    1 agosto, 2014 at 01:38
  • Laura Reply

    Verdaaad. Yo estoy actualmente en 2º de ESO y me han contado los de 3º y 4º ke habían saltado al potro, al plinton y al caballo (SIN NINGUNA DIFICULTAD) Yo me quedo alucinada. pero lo de dar vueltas en el aire,vale sé hacerlo (aprendí a los 7 años en el bordillo de mi piscina) pero…sin agua y sin na, como la maestra no me ponga unas pocas de colchonetas pa no hacerme daño, no doy las vueltas ni lokka.

    23 octubre, 2014 at 15:50
    • Laura Reply

      y con los balones medicinales….todos los de mi clase dicen ke eso pesa….un monton (los de 3 kilos). el otro dia cogí uno de 5kilos y mi amiga me dijo ¿a ke pesa? y le digo: keva,no pesa nada. ella,alucinada con migo me dijo ke lo tirara lo mas lejos k yo podía. No me costó nada de trabajo.todavía ella está alucinada (esto pasó el martes pasado)

      23 octubre, 2014 at 15:53
  • Minxie Reply

    GRACIAS a la persona que ha abierto éste post porque ME SIENTO COMPLETAMENTE IDENTIFICADO con todos aquellos que también lo sufristeís. A mí también me tocó. Y siempre la suspendí (Gimnasia). Es altamente gratificante saber que fuimos muchos y muchas las que pasamos por cosas así ya que muchas veces cuando se me ocurre comentarlo me miran con cara de… ¿PERO HABLAS EN SERIO O ESTÁS DE COÑA?… A mucha gente nunca le han exigido nada de ésto en la asignatura de gimnasia (QUÉ AFORTUNADOS) y por eso hablan desde el desconocimiento. Ni que fuésemos a ir a las Olimpiadas… pero nos exigían como si tal. Yo ni presentando certificados médicos. Los curas fueron a hablar hasta con el médico y ni por esas… siempre me
    suspendieron… h*d*p,,, Totalmente con el comentario que ha dicho que si eran LA SANTA INQUISICIÓN…

    29 octubre, 2014 at 17:03
  • NATI Reply

    joe! nunca pensé después del tormento que pasé que me iba a reir tanto con este tema. Años han pasado, pero al recordarlo la sensación necesaria de:”venga tranquila, tú puedes,…” y a coger carrerilla y que sea lo que Dios quiera…. . Tenía un miedo a caerme que me moría, el profe me ayudaba a pasar y detrás me echaba un grito: “que saltes más, que te paso yo, a la próxima te dejo pasar sola…” era un infierno. Mira que hoy mi hija me dice que en Judo saltan al potro, ya se´que el año pasado se cayó (uno se agacha y le saltan por encima) y ahora le da miedo, y no quiere saltar. He entrado en internet a ver si podía aconsejarle a no tener miedo, y… me ha encantado reirme con los comentarios, viendo que había tanta gente que lo sufría como yo, y que ahora que no nos ponen un potro delante…. nos reimos. Intentaré enseñarle a mi hija que no pasa nada si nos caemos intentándolo!! o sí…?

    25 noviembre, 2014 at 11:57
  • Ana Reply

    Yo en mi colegio tengo que saltar el potro, hacer espalderas, salto de altura, longitud…
    Pero lo que mas me impone es el potro, porque la primera vez que lo salte me hice muchisimo daño y muna quemadura y varios moratones en la pierna. Desde entonces, cuando la profesora dice que vamos a saltar el potro, me empiezo a poner muy nerviosa, lo odio.

    13 enero, 2015 at 20:37
  • Won-tolla Reply

    A ver, yo también medio sufrí todos esos aparatejos de torturas… Digo medio sufrí porque, a día de hoy, con 36 años, mido 1,50 y mi elasticidad ha sido nula desde que tengo uso de razón, así que imaginad lo bien que se me daban. Cada evaluación tocaba hacer el “Test de Cuper” (o como se escriba) y mejorar las marcas de la evaluación anterior. Para más INRI mi padre es profesor de Educación Física…

    18 enero, 2015 at 20:16
  • Laura Reply

    En mi colegio la humillación para los torpes como yo no quedaba en la clase de gimnasia, si no que a final de año se hacia una “fiesta” con actividades deportivas, mas bien, exposiciones por curso, a la que podían asistir padres, tios, primos segundos, amigos, vecinos del barrio, así que por si no era suficiente que toda tu clase te viera hacer el cafre con el plinton, todos tus allegados, allegados de tus compis y medio barrio te veía empotrarte con cada uno de esos aparatos del infierno. Un año mi profesor viendo mi incapacidad para saltarlo puso a dos muchachos de curso posteriores a cada lado del Potro en plan azafatos del grand prix para que me ayudaran a pasarlo cuando me tocara (vamos que me levantaban por los sobacos y yo hacia que saltaba). Me gane el título oficial de torpe de la familia.

    18 enero, 2015 at 20:36
  • Miriam Reply

    Y aquel balon medicinal que pesaba una tonelada….

    18 enero, 2015 at 21:00
  • Anónimo Reply

    Me encantaba la educación física, era la única chica de mi clase que subía a pulso la cuerda sin nudos y el mastil,aquel dichoso palito barnizado

    18 enero, 2015 at 21:10
  • Bomboncito Reply

    De autentico juzgado de guardia… yo en su dia me era imposible hacer esas barbaridades.
    A dia de hoy soy entrenador personal y hago deporte de alto nivel y puedo asegurar que seria incapaz de hacer esos ejercicios, ademas,,, como bien han dicho que sentido tenian?, nos iban a preparar para alguna olimpiada o para ser tarzanes?

    Por no mencionar que la gimnasia se hacia 1 dia a la semana, asi que no habia ninguna posiblidad de entrenamiento ni de fuerza ni de coordinacion, era, como tantas cosas en EGB tenernos entretenidos mientras el profesor leia el periodico, se fumaba un cigarro o ligaba con otra profesora o con alguna madre XDD

    18 enero, 2015 at 21:15
  • Trini Reply

    Bueno yo estaba flaca y casi me mato con el plinton la monja sargento que se pensaba que podíamos volar

    18 enero, 2015 at 21:18
  • Paula Reply

    A mí me encantaba Educación Física, pero la barra fija – que no aparece por aquí – me daba absoluto pavor. Recuerdo que cuando ya estaba en la Universidad me subí un día por curiosidad, y me seguía pareciendo que era muy estrecha y que el suelo estaba muy lejos. Lo de dar volteretas tampoco me ha gustado nunca. Siempre pensaba que me podía romper el cuello. Sí que utilicé las espalderas y subí por la cuerda – con y sin nudos. El potro y el plinton me daban horror, pero los saltaba. Del caballito ese de la muerte que aparece por allí creo que me libré. Y contestando algún comentario que he visto un poco más arriba, en mi clase puedo decir que los más torpes o miedosos no eran “los gorditos”. En mi clase había unas cuantas sílfides que ni siquiera lo intentaban! Saludos a todos

    18 enero, 2015 at 21:25
  • J@vier Cid Campeador Reply

    Dichoso caballo….Era una aparato tan respetado como odiado…sobre todo por las pelotosquis de los chicos
    …que horror de pico con el que acababa…madre mía…

    18 enero, 2015 at 22:35
  • J@vier Cid Campeador Reply

    Para mí el sistema educadivo con el que estudiamos tantas y tantas generaciones, la E.G.B., ha sido el mejor sistema educativo que ha tenido este país. LOGSE y siguientes se cargaron una de las cosas que más ayudaron a este país a generar conocimiento….

    18 enero, 2015 at 22:43
  • Lorea Reply

    Jo qué recuerdos!!! Yo sí hacía bien algunas cosas con aparatos, pero las cuerdas lisa y con nudos era horrible. Jamás pude subir, no había forma. Sólo una vez en la de nudos subí algo, pero poquito. Y el potro lo saltaba, pero en mi cole una compañera de mi aula se cayó, y no sé cómo lo hizo, pero se rasgó todo el muslo con uno de los tornillos del potro, de los que había para poner más o menos altura. El caso es que después de eso, TODOS nos negamos a saltar, y bueno, se suspendió eso de saltar el potro. Eso duró hasta que fui al insti…..

    19 enero, 2015 at 00:25
  • Socadi Reply

    buenas: me ha gustado mucho todo lo que has puesto y he recordado todos los aparatitos. Tengo que reconocer que a mi me encantaban. Estaba como loca para que llegara la clase de gimnasia.

    19 enero, 2015 at 02:24
  • hydeka Reply

    yo he practicado con cada aparato en mi etapa de gimnasia rinmica y no era tan malo, a mi me encantaba las espaldera, podía colgarme y hacer lo que quería

    19 enero, 2015 at 02:42
  • Kiros Reply

    Pues a mi me gustaban mucho todos esos cacharros y hasta se me daban bien.
    Por cierto… ¿Nadie se acuerda ya de los balones medicinales?

    19 enero, 2015 at 03:47
  • Ferran Reply

    Recuerdo los aparatos, pero no los usábamos demasiado.

    El salto de altura, de hecho, sólo lo recuerdo en BUP y también se hacía poquísimas veces.

    Generalmente, los chicos jugaban a futbol y las pocas chicas dispuestas a hacer deporte, el profesor les daba un balón de baloncesto y se olvidaba de ellas para el resto de la clase.
    De vez en cuando se le ocurría al profesor hacer a los chicos algunas pruebas deportivas, como correr en distintas modalidades (Velocidad a distintas distancias, vallas…), salto de altura…. imagino para cubrir el expediente. Y de las chicas, como de costumbre, se olvidaba….

    Creo que hoy la enseñanza de la educació física ha mejorado, como también han mejorado otras asignaturas, a pesar de que nos engañen hablando mal de la ESO y del Bachillerato

    19 enero, 2015 at 08:26
  • esther Reply

    Jajsjsjs yo disfrutre de esas horas de gomnacia ,era lp que mejor se me daba,luego nos daban ritmica y los aparatos de ritmica si que me fastidiabá,los disfrute y era chica o sea que no me salve de ellos.

    19 enero, 2015 at 09:13
  • AGR Reply

    Me gstaban todos! Y se me daba bien hasta. Que con el plinton cai mal y me tuvieron que llevar a urgencias. Que recuerdos

    19 enero, 2015 at 20:13
  • Ginés Reply

    A mi se me daba muy bien pero reconozco que me aterrorizaban. Sobre todo uno que no habéis nombrado que era la mesa alemana. Creo que sólo existía en mi colegio y era un especie de mesa enorme y altísima que había que saltar después de coger carrera y rebotar en el minitramp para una vez sobrevolada la mesa con voltereta o en plan Ángel con los brazos abiertos, girar en el aire y caer con suerte de pié en una colchoneta. Espeluznante. Nuestro profesor era teniente coronel de infantería. Acróbatas de la EGB. Impensable hoy en día.

    20 enero, 2015 at 00:25
  • Pete Erson Reply

    Yo tuve una profesora en 1º de BUP que nos daba la gimnasia sin quitarse el abrigo de pieles :DD

    Un día con una cama elástica como esa salté hacia adelante (en vez de hacia arriba porque no asistí a clase el día de la explicación (hacía muuuchas peyas jjj) y me lancé como un enano-bala de circo contra la espaldera. Me abrí la cabeza y me tuvieron que dar siete puntos (y la del abrigo no me quería llevar a que me cosieran. Me decía: “Echa la cabeza para atrás que así te deja de sangrar” ¡¡¡Hija del Señor!!!

    6 abril, 2015 at 23:57
  • tania Reply

    a mi no dan esas cosas

    20 abril, 2015 at 18:32
  • JUAN JOSE VALLEJO Reply

    necesito el precio de la escalera horizontal,y la posibilidad de venderla o traer a MALLORCA

    4 octubre, 2015 at 20:26
  • juan william Reply

    aparatos para hacer ejercicios en educacion fisica

    14 octubre, 2015 at 21:25
  • Joan Reply

    Pardiez! conocí todos los aparatos citados, esos engendros que nos martirizaban en toda clase de educación física capitaneados por el profesor. A veces aún tenías un profesor que sabía motivarte un poco y hacerte ver la diversión y/o utilidad a hacer ese tipo de deportes, pero por lo general eran una auténtica pesadilla. ¿volver a hacer todo esto hoy? a ver: no. lo siento. me niego. :-)

    6 noviembre, 2015 at 10:37
  • NADIA MARGOT SIMBALA VALLE Reply

    hola soy profesora de educacion fisica y quisiera saber en el Peru donde venden esos colchonetones para salto alto.

    4 septiembre, 2016 at 22:09
  • Profesor ef Reply

    Me parece muy triste que una persona de esa edad piense así , que le parezcan instrumentos de tortura aparatos increíbles con los que trabajar muchas habilidades , y que prefieran pasar horas estudiando cosas que luego no utilizarán en su vida, no así las habilidades motrices que se usarán en el día día toda la vida, espero que cambien su mentalidad y abandonen esa mentalidad sedentaria y empiecen a educar su cuerpo que por lo visto , a muchos les hace falta.

    19 octubre, 2016 at 13:59
  • Victor Reply

    Mi profesor de gimnasia al que llamábamos el mosca nos hacía formar y alinear nos a toque de silbato al comenzar y la siguiente la maruja nos dirigía con una pandereta y un palo como si fuésemos monos amaestrados.soy de burgos del público de practicas del 73

    16 abril, 2017 at 01:55
  • ERIK FAVIAN Reply

    Y5RHJMN6TTTTTTTFB JKHVBK GYR KIUJNHTYGRT465632145788512121212121212122333336565656565656565656565656565656565656565656565656541546+333333222221

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    7 noviembre, 2017 at 21:54
  • ERIK FAVIAN Reply

    L6TYUJHBJMNKJHUY7N WSB54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54B54WM ,DFVHJKL—————————m;NBVF

    7 noviembre, 2017 at 21:55
  • María Reply

    Uf…creí que era yo sola la que sufría. Te ha faltado la barra de equilibtio.
    Para colmo la profe de gimnasia me cogió manía porque los demás profes le rogaban que me aprobase. Todo matrículas y la gimnasia mi cruz. Pues no me da la gana darle un aprobado…que la gimnasia es tan importante como las matemàticas…eso dijo.

    11 diciembre, 2018 at 17:17

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