¿Nos hacemos un Indiana Jones?
Y es que mira que somos burros los tíos, es cierto eso de que no vemos el peligro. Eso sí, lo pasamos genial en aquel campamento. Posiblemente sea el primer recuerdo que tengo de un verano sin padres. En el colegio llevaban meses con aquellos carteles, animándonos al campamento, colonias que llamaban nuestros mayores. Aquel año era a O. un pueblo, según decían, precioso, mucha montaña, muchos lagos, muchos ríos… Lo que nos costó convencer a los padres para que nos dejasen ir ¿Te acuerdas?
Les decíamos que iban tal o cual (los más formales de clase) aunque en el fondo lo que nos interesaba es que iban tal y cual (las más guapas de clase). Nosotros ya nos creíamos los más mayores, y eso que aún ni siquiera nos había llegado el pavo (ufff, el siguiente verano sería terrible). El caso es que al final nos dejaron ir.
Entendímos en aquel campamento que había normas que cumplir (cocinar, limpiar el bosque, los horarios), pero es cierto que tampoco eran severos si se quebrantaban las normas. Deseábamos que llegase la noche de miedo, con todas aquellas niñas aterrorizadas y nosotros, chulitos, aguantando el miedo con bromas como escudo. ¿Cuantas bromas no haríamos a las tantas, entrando en las tiendas de campaña ajenas con una linterna?
Lo que peor llevaba eran los talleres: teatro, comics, Radio campamento… y lo mejor eran las tardes, cuando nos dejaban a nuestro aire y nos íbamos a aquel río, donde nos bañábamos ajenos a los tábanos. Pero lo que más nos gustaba era hacernos los Indiana Jones; lanzarnos en aquella especie de liana colgada en la rama de un árbol al río, sobretodo con ropa (¿por qué nos gustaba tanto de jóvenes bañarnos con camiseta?) ¡Venga animaos, no seáis gallinas! Pero ellas nunca se atrevían. Y aquello nos llenaba de orgullo viril y cada vez tratábamos de saltar más lejos, hasta que A. cayó mal y estuvo un rato que no volvía en sí. Menudo susto. Y menuda bronca que nos calló. Se acabó el Indiana Jones y se acabó el flirteo, y es que unos niños llorando de nervios ante las chicas a las que querían impresionar, como que no. Y es que mira que somos burros los tíos. Eso si, que bien lo pasamos aquel verano…
Comentarios (7)
Hola! Javier. Si es que los chicos haciendo de las vuestras! jajaja. Mi primer campamento fue en Jerez de la Frontera, Cádiz en 1986. Todas eramos chicas Yo fui a un colegio de Monjas. Así que de chicos nada :( Nos juntamos muchas chicas de varios puntos de España. Dormiamos en camas individuales. Los talleres eran de bailes regionales, música, teatro, manualidades… había pista de tenis, de baloncesto y un día nos fuimos a Aqualandia y ahí si que me lo pase bomba! Fue mi primer verano sin padres. Luego, unos años, muchos años más tarde hice un curso de animadora de tiempo libre y soy Monitora de campamentos desde el 2007. Me lo paso genial con los Monitores que vamos y los niños. Son un encanto todos. Saludos!
Sin duda esas época los jóvenes tenían más valores y pese a las gamberradas, la violencia era menor; se podría decir que las que se convertían en castigo servían de lección para el aprendizaje de la vida.
Películas como Indiana Jones trasmitían valores positivos con un anti-heroe que sufría en su piel la dureza de la acción, pero no dudaba en ayudar a los demás, fuera en un rescate a sus conocidos y familiares, liberar a niños esclavos en un templo maldito o por que no… salvar al mundo de la invasión nazi.
Recordamos perfectamente la escena que representabais, donde Indy corría huyendo, tras visitar el templo que contenía el Idolo de la Oro y la piedra gigante, de la tribu de los Ovitos, que le seguían por selva y campo a través. Este quiere llegar al hidroavión que está en el río y su amigo piloto esta esperando ¡ Jock Arrancaaaaa!!. Indy salta al agua con una liana de un árbol para llegar lo más próximo posible al vehículo, mientras los Ovitos le disparan dardos envenenados…. por suerte llega a tiempo al hidroavión que se eleva poco a poco y solo quedaría acompañar en la puesta de sol un “Ta ta ta taaaaa ta ta taaaaaa ta ta ta taaaaa”
Y es que En busca del Arca perdida considerada la mejor película de la historia de acción/aventuras y ejemplo en todas las escuelas de cine, comienza en su prologo de una manera brutal y eso caló fondo en los jóvenes de la época, incluso animando a muchos a estudiar arqueología.
Saludos desde otra página amiga, INDIANA JONES SPAIN
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mi colegio tenia un internado en cercedilla y en verano los del colegio de madrid ibamos de colonias a cercedilla un mes sin padres glorioso
Buff..en cuantas de estas me hanré tirado al Tajo en Aranjuez…
Guhcggj