Cosas que no soportábamos de los mayores

No mama

Porque tú también fuiste niño o niña en los años setenta u ochenta reconocerás que tampoco fue tan fácil. Hoy lo recordamos todo muy bonito, pero había un montón de cosas que no soportábamos de los mayores y ya va siendo hora de que nos tomemos nuestra propia revancha. Seguro que tú tampoco aguantabas…

-Que te metieran el pelo por detrás de la oreja.

-Aquella raya a un lado que te hacían.

-Que te metieran la camiseta por dentro de la ropa interior para no pasar frío.

-Que tu madre le contara a todo el mundo lo mal que comes.

-Que por las mañanas te despertaran poniendo la radio a tope con la Saga de los Porretas.

-Que te dijeran “qué nena más guapa”, solo por tener el pelo largo.

-Que tu padre quisiera ver todas las pelis de Cantinflas y se quedara dormido a los cinco minutos.

-Que te limpiaran una mancha de la cara con su propia saliva.

-Que no te dejaran ver las únicas pelis que te interesaban, porque tuvieran dos rombos.

-Que te pusieran pasamontañas como si fueras un terrorista.

-La manía de tu padre de cagar con la puerta abierta.

-Que te tiraran de lo papos.

mayores

-Los enormes lazos rosas que te ponían en el pelo.

-Que tu madre contara a todo el mundo que ya eras mujer.

-Que no te dejaran quedarte a dormir en casa de tus primos.

-Que te pusieran polos de cuello de cisne, con lo que picaban.

-Que nunca se acordaran de la marca de los juguetes que le habías pedido a los reyes.

-Que en el pueblo te preguntaran: “¿y tú de quién eres?

-Que te vistieran igual que a tu hermano.

-Que te pusieran bocata de queso con membrillo para merendar.

-Que te dijeran: “como vaya, vas a llorar con motivo”

-Que la vieja loca del primero no te dejara jugar al balón.

-Que te pusieran pantalones cortos hasta los 14 años.

-Heredar los libros de tu hermano llenos de dedicatorias de sus admiradoras.

-Su mala puntería cuando te tiraban algo por la ventana.

Y tú, ¿qué otras cosas no soportabas de los mayores?


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Comentarios (247)

  • El dedo ejecutor Reply

    Cojer las ideas del TT #CosasQueMeDanGrima y reconvertirlas en un post supuestamente original es de una finura sibilina sublime.

    13 octubre, 2012 at 14:26
    • Anónimo Reply

      cuando te llamaban por el balcon a gritos

      3 febrero, 2013 at 11:28
    • santy be Reply

      Pues a mí no me importa que lo hayan posteado de un twitter al que jamás iba a tener acceso. En cambio aquí lo leo y me hace mucha gracia. Lo de si hay que citar la fuente es peliagudo, en Internet eso no se suele hacer; es contrario a la esencia de compartir

      21 julio, 2013 at 18:25
  • Manolo Reply

    Muy flojito este post.

    13 octubre, 2012 at 14:28
    • Situs Reply

      Sí, eh? O yo he tenido mucha suerte, o nada de lo que dicen aquí arriba lo he vivido. Y lo que escriben como peyorativo, yo no lo he vivido así (como las camisetas con cuello de cisne)

      21 julio, 2013 at 16:09
      • JESUS Reply

        QUE SUERTE JOEEE!!!!!!!!!!….
        POR QUE ENTONCES NOS HA TOCADO LO TUYO A LOS DEMAS….

        22 julio, 2013 at 16:22
      • Anónimo Reply

        Es q la EGB empezó hace muchos años, yo fui el último curso del plan…, bueno, párvulos pequeños- párvulos mayores-1º, 2º, 3º y 4º de primaria- ingreso- 1º a 4º y revalida y 5º y 6º del antiguo Bach., justo el curso anterior al mío venia la EGB. Situs lo q quiero decir es q las camisetas de cuello cisne ya nos las pusieron a ntros y por eso no os llegaron a los de los últimos años de la EGB. Dime, si quieres por supuesto, de q año eres tú???

        6 mayo, 2014 at 00:15
        • E.S.O Reply

          Yo soy de la E.S.O y he vivido todas esas cosas Jejeje lo peor para mi era cuando nos vestía a mis hermanas mayores y a mi igual, intentábamos mancharnos para que nos tuviera que cambiar, nos ponía hasta los zapatos iguales….

          6 mayo, 2014 at 20:44
  • Arasia Reply

    Que bueno, lo de “contarle a todo el mundo que ya eras mujer” dioss, por que lo hacian??? era horrible, lo mal que lo pasabas jajajaja.
    Además a mi me mandaban en los días frios de invierno con el pijama por debajo de la ropa y me sentía como el muñeco michelin, aun hoy detesto poner una prenda encima de otra, a cuenta del mal recuerdo que me quedó ;)

    13 octubre, 2012 at 14:30
    • cambaruco Reply

      ¿Y cuando ibas con tu madre a comprar un “sujetador de pollita”? :)

      13 octubre, 2012 at 20:30
      • Anónimo Reply

        Eso me acuerdo perfectamente, y cuando no te dejaban comer polos o lavarte la cabeza con la regla porque te podías volver loca, que tiempos

        14 octubre, 2012 at 14:19
        • Anónimo Reply

          Ni beber cosas con burbujas

          16 octubre, 2012 at 09:58
        • Yomisma Reply

          Qué sabiondo se inventaría esta suma chorrada? Cuándo me lo decían mis amigas yo siempre me quedaba a cuadros…

          21 julio, 2013 at 16:10
        • Ana Reply

          Ni tocar las plantas, que se secaban (?????!!!!!)
          Bueno, también hacía que se ‘cortase’ la mayonesa, pero como no nos iban a dejar que la hiciéramos, ahí no había posibilidad de que se produjera ese otro extraño efecto del ‘estar mala’… ;)

          22 julio, 2013 at 11:07
      • Bast Reply

        jajajajajajaja

        28 octubre, 2012 at 15:13
    • scarpetta Reply

      lo mío fue peor, yo retorciendome de dolor en el sillón y todas las vecinas pasando por mi casa porque era la primera niña de toda la escalera que tenía la regla, eso pareciía un zoo y yo el mono
      r

      24 octubre, 2012 at 14:34
  • Pepi Reply

    y “lo peor” de todo esto, es que nosotr@s hacemos casi todas esas mismas cosas a nuestros hijos jajajajaja
    he dicho “casi”… habria que oirles a ell@s… jajajaja

    13 octubre, 2012 at 14:35
    • LUISA Reply

      Yo procuro no hacerles esas humillaciones que nos hacían a nosotros, pero hay una cosa que sí hago: remeter los pantalones del pijama por dentro de los calcetines en invierno!!!! Jajaja

      13 octubre, 2012 at 17:17
      • Anónimo Reply

        Y la camiseta entre los pantalones

        16 octubre, 2012 at 09:59
      • anna Reply

        Yo eso tambien se lo hago a mis hijas y cuando van creciendo y los pantalones les quedan cortitos y no se pueden remeter en los calcetines, se los coso al pantalon, como si de un pelele de bebe se tratara, asi no se salen durante la noche

        21 julio, 2013 at 16:53
      • jose Reply

        Muchas de esas cosas que nos hacían, se ha grabado a fuego en nosotros, y seguimos con esas mismas costumbres, como la remeterse los pantalones del pijama en los calcetines, yo, sigo haciéndolo, en invierno, claro, si no lo hago, ese frío que se queda en la pantorrilla, no me deja coger el sueño.

        22 julio, 2013 at 15:19
      • paco Reply

        Y cuando hacía mucho frío. íbamos con el pijama debajo de la ropa

        11 octubre, 2014 at 20:40
  • TERE Reply

    Yo no soportaba, cuando mi madre me daba la leche y me caía un poco por la barbilla, que me diera con la cuchara, era horrible, uff todavía lo recuerdo

    13 octubre, 2012 at 14:37
    • Jorge Diaz Reply

      Siiii, yo tampoco lo podía soportar.

      13 octubre, 2012 at 14:39
    • Begoña Reply

      A mi por la noche se me juntaba el vaso de leche de por la tarde con el de la noche. PUaffffffff

      16 octubre, 2012 at 10:01
      • Anónimo Reply

        ¡¡¡¡pues cuando te limpiaban los mocos con el mandil¡¡¡¡jajajaaaa

        17 octubre, 2012 at 23:28
        • Yomisma Reply

          Que asco!!

          21 julio, 2013 at 16:11
    • paco Reply

      Y si tenía telas o la nata, menos todavía

      11 octubre, 2014 at 20:42
  • Antonio Reply

    La raya a un lado en el pelo. A día de hoy, no consigo dominar el pelo por esa dichosa raya.
    Y los pantalones cortos.

    13 octubre, 2012 at 14:37
    • Yo Reply

      No mientas, ya no hay pelo.

      13 octubre, 2012 at 19:43
      • clara Reply

        jajajaj

        4 febrero, 2013 at 09:16
      • Nicolas Reply

        A mi no me salia la raya … pero es que ahora tampoco hay pelo donde hacerla jajajajaj

        4 mayo, 2013 at 18:36
      • cris Reply

        jajajaajajajaajaja

        4 mayo, 2013 at 19:58
      • rocio Reply

        me parto !!!! jajajajajaja

        21 julio, 2013 at 16:12
    • rocio Reply

      jajajajajajajajaja

      21 julio, 2013 at 16:11
  • Nieves Reply

    ¿Ya tienes novio? (Tuvieras la edad que tuvieras)
    ¿Qué vas a ser de mayor? (Ídem)

    13 octubre, 2012 at 14:37
  • Supermae Reply

    Que me besaran todas las amigas de mi abuela cuando venían de visita con esas caras pringadas de la crema “de salir” , de pintalabios rojo tomate o rosa fucsia y oliendo a las colonias de Avon ¡puajjjjjj!

    13 octubre, 2012 at 14:37
    • miguel Reply

      jajajajajaj es verdad…odiaba y odio las cremas ,y eso me daba un asco!!!!!!!aun me da repelus ese recuerdo…jajajajajajaj

      18 octubre, 2012 at 19:01
  • Cris Reply

    Los calcetines de perlé!!

    13 octubre, 2012 at 14:46
    • Ana Reply

      Y las camisetas y bragas de perle con lacitos y en verano buff

      13 octubre, 2012 at 17:59
      • mari Reply

        Y yo como mi madre trabajaba para una casa de moda infantil, haciendo de estas cosas, ni os cuento el ajuar de bragas camisetas calcetines gorros y demás, con unas gomas que les ponían que apretaban y te dejaban una marca roja impresionante.

        16 octubre, 2012 at 10:29
        • Pilar R. Méndez Reply

          Mi madre era de las que las tejía ella misma, y luego te subía la falda para enseñarles a las vecinas la puntada tan bonita que se inventó!!

          21 julio, 2013 at 19:51
      • Anónimo Reply

        Cierto que horror!!!!

        17 octubre, 2012 at 21:30
      • Sofia Reply

        Mi abuela me hacia los bikinis de ganchillo y cuando me metía en la piscina eso empezaba a pesar que no veas, tenia q salir sujetándolo porque se caía por el peso del agua . . . Dios y no se secaban nunca!!!!

        14 agosto, 2013 at 00:01
      • gema Reply

        dios como me acuerdo , mi madre me hacia todo de lana como me dolian los pies con esas costuras ….dios y los jerseis que no me entraba ni el abrigo y la vecina que tenia una nieta de la misma edad que todo el dia me cojia las medidas,,,,,,,y no os acordais de la llema de huevo en la leche? como se llamaba……..mmmm…aaa ponche que ascooooo¡¡¡¡

        4 mayo, 2014 at 21:55
        • Silvia Reply

          puajjjjjjjj!!! la yema de huevo en el colacao qué asco por favor!
          mi mama me la ponía. Blecsss!!
          – yo decía: mama, ¿le has puesto yema verdad? sabe raro.
          – no hija, no le he puesto nada..

          jajajajaja

          2 septiembre, 2014 at 15:16
        • laura Reply

          En invierno te ponían un buzo,q era como un pasamontañas pero con la cara descubierta.
          Había arneses como los de los perros para niños pequeños.
          !Como ha cambiado el mundo!!!

          6 agosto, 2016 at 09:09
      • Monica Reply

        Cierto terribles y los calcetines a juego

        28 mayo, 2016 at 09:35
    • Begoña Reply

      Y las bragas tipo de carpa de circo. ¿Es que entonces no habia mas pequeñas?

      16 octubre, 2012 at 10:02
    • Ana Reply

      Que se quedaban ‘marcados’ en la piel. Porque, una de dos: o se les resbalaba el elástico (que debía ser una goma y se pasaba en un par de lavados) o se marcaban de tal modo que los ‘agujeritos’ se nota
      ban días…
      Y normalmente iban en conjunto con Merceditas de charol negro, Esos zapatos con hebilla y la punta redondita. Un número.
      Ah: y las bragas y camiseta ‘a juego’ de la Comunión luego había que ‘gastarlas’… ayyy….

      22 julio, 2013 at 11:12
  • salvador vidal Reply

    Tenias que jugar al futbol,igual que tu padre,nunca mejor

    13 octubre, 2012 at 14:46
  • salvador vidal Reply

    Los libro,yo era el tercero,podias flipar,me hice mayor de golpe,de las paridas que habia escritas.

    13 octubre, 2012 at 14:48
  • lachicamolona Reply

    los ganchos enoooooormes que me ponían para contener el pelo en su raya y que no me viniera a los ojos y escuchar : que esos enormes ojos azules no estén tapados, que te vas a quedar ciega !

    13 octubre, 2012 at 14:53
    • LUISA Reply

      A mi también me ponían ganchos, e incluso de esas pinzas metálicas espantosas. Como no había horquillas ni pasadores monos…en fin, que trauma

      13 octubre, 2012 at 17:15
      • Begoña Reply

        Y la coleta cuando iba a la playa o me tocaba gimnasia bien estirada. Recuerdo que se me saltaban las lagrimas de lo tirante que estaba y cuando me la quitaba por la noche me dolia la cabeza un monton. jajaj

        16 octubre, 2012 at 10:05
        • mari Reply

          Y luego se mojaba la mano con agua y te la pasaba por toda la cabeza, para que quedaras bien repeinada.

          16 octubre, 2012 at 10:30
          • Anónimo

            Agua connatural jabon “”la mejor de las lacas “

            4 mayo, 2013 at 20:56
        • susana lozano Reply

          y levantarse a hora y media antes de ir al colegio por a tu madre se le antoja hacerte una trenza de raiz….

          27 marzo, 2013 at 15:32
          • anna

            mi hija te da la razon, yo lo hago muchas veces, bueno lo hacia, ya n o me deja, jajajaja

            21 julio, 2013 at 16:56
        • Anónimo Reply

          Siiii,recuerdo q m quejava y mi madre me decía,no m digas q t hago daño,xq nom lo creo.ahora mi hija d tres años se queja cuando la peino y eso q pongo muchoo empeño y pienso,será verdad,pero suelo contestarle igual q hacía mi madre.

          4 mayo, 2013 at 21:27
        • Anónimo Reply

          Y las gomas de pelo con dos bolas? Como las odiaba.

          Y las diademas negras elasticas con pequeñas florecillas de fieltro, igual.

          3 agosto, 2013 at 07:51
  • Mónica Reply

    Las bragas de perlé, con una goma que hacía un
    daño!
    El lazo detrás de los dichosos vestidos (de “callos”), que
    se clavaba en la espalda :-)

    13 octubre, 2012 at 15:00
    • BettyBoop78 Reply

      De perlé???

      Y de ganchillo que les dieron por hacer ellas las bragas y los calcetines y creo que casi todas tenemos traumas con esas bragas.
      Y encima grandes… como las de abuela… para que “no se viera nada” por favor…

      Y aún hoy en día compran ese tipo de bragas “de vez en cuando” porque no les gusta las que llevas.

      27 marzo, 2013 at 12:17
  • anna Reply

    que te vistieran de domingo con esa ropa interior y esos calcetines de crochet que picaban como sus muertos tos….yo estaba convencida de q ese tipo de ropa solo existía para torturarnos a los niños. Lo del pijama debajo de la ropa tb me lo han hecho a mi XDDDD Pero lo q mas, es q cuando preguntabas por qué algo te contestaran “porque sí /no, porque lo digo yo y punto” …hasta ahora estoy cumpliendo la promesa que me hice de no contestarle eso nunca a ningun niño.

    13 octubre, 2012 at 15:04
    • Anónimo Reply

      PUES ANDA QUE LOS DE LAS BOLITAS COLGANDO….

      18 octubre, 2012 at 01:14
    • Monica Reply

      Pues la única manera de acabar la batería de preguntas de mi hija antes de que te estalle la cabeza es contestar porque si/no o porque lo digo yo y luego pensar ” coño me he convertido en mi madre” voy a comprar unas bragas de perle.

      28 mayo, 2016 at 09:44
  • miriam Reply

    – Tener que dar besos a todo cristo!!! De hecho me hartaron tanto que un dia fue el rey por la piscina militar donde ibamos en verano, tendria yo 5-6 años y me empezo a decir: besame aqui.. y yo: que no. que no. que no. que no eres mi padre.. y se fue el hombre sin beso. Y mi padre: tienes que besar!!!! qe hartura tantos besos.

    13 octubre, 2012 at 15:12
    • sonia Reply

      CON ESO DE BESAR YO SI QUE TENGO UN TRAUMA CUANDO TENIA UNOS SIETE AÑOS ME HICIERON BESAR A MI ABUELA Y DIREIS VOSOTROS PUES VALLA COSA SI PERO ES QUE MI ABUELA ESTABA MUERTA EN LA CAJA QUE HORROR ES QUE NOS HACIAN HACER UNAS COSAS QUE PA QUE.

      6 mayo, 2013 at 15:40
  • ninffa Reply

    Cuando tenía un cumpleaños y quería llevar un regalo, siempre siempre era el mismo… pañuelos de tela (Hasta en navidad!!!)… mas adelante, colonia de la baratilla… parecía que la había comprado al por mayor!… Tuve que dejar de llevar regalos hasta q pude costearlos yo porque me daba vergüenza,

    13 octubre, 2012 at 15:20
    • LUISA Reply

      A mi me hacían guardar las cosas que me regalaban para llevarlas a los cumples como regalo. Vaya miseria!!! Una vez lleve unos caramelos que tenían tanto tiempo que al abrirlos estaban como podridos. Menudo papelon

      13 octubre, 2012 at 17:12
      • Begoña Reply

        Me parto, que risa, jajajaj

        16 octubre, 2012 at 10:06
      • Anónimo Reply

        pues yo una vez regale una postal k tenia mas años k matusalen (k lastima) pero yo creo k heramos mas felices k ahora,k lo tienen todo ¿ono?

        17 octubre, 2012 at 23:35
        • susana lozano Reply

          yo todavia conservo postales de mi bisabuela felicitandonos el cumpleaños, nunca fallaba y siempre llegaban el dia del cumple :)

          27 marzo, 2013 at 15:38
      • miguel Reply

        jajajjajajajaja

        18 octubre, 2012 at 19:03
    • Marisa Reply

      ¡Qué fuerte lo de los pañuelo de tela! Ya casi no me acordaba de ellos, y al leer este comentario me han venido a la mente la de cajas y cajas de pañuelos d tela uqe pasaron por mis manos…

      6 mayo, 2013 at 11:38
  • Marc Reply

    A mi me daba rabia cuando mis padres me decían aquello de “Vamos a visitar a unos amigos nuestros que tienen un niño de tu edad”

    Cuando se encontraban con algún vecino por la calle, se paraban y empezaban a “ponerse al día” durante largas horas y cuando tu decías que querías ir a ver barriio sésamo te respondían “un momento, que estamos hablando de cosas de mayores” (y eso que podrían hablar andando de vuelta a casa…)

    Cuando se te caía un diente y te pedían que abrieras la boca para enseñar el agujero que quedaba a todo el mundo

    13 octubre, 2012 at 15:24
  • Mamen Reply

    Yo no soportaba que me pellizcaran los mofletes cuando me veían los familiares, que me pusieran coletas, que mi padre me obligara a llevar camiseta de ropa interior hasta en verano! Que dijeran que ya me había pasado de niña a mujer (solo faltaba cantar la canción de Julio Iglesias) Que cuando iba a comer con mis padres y hermanos a algún sitio, dijeran al camarero, la niña no come mucho, ponerme un vestido rosa con una coleta y el lazo rosa también para ir a una Comunión. Ufff, tantas y tantas cosas que a día de hoy sigo sin soportar :(

    13 octubre, 2012 at 15:35
    • susana lozano Reply

      yo lo de las coletas restiradas y lo de pellizcarme los mofletes lo tendre marcado de por vida…

      27 marzo, 2013 at 15:39
    • Inma Reply

      como te entiendo

      28 abril, 2013 at 12:25
  • Raúl Reply

    Os habéis dejado la mas terrible: “Ya verás cuando lleguemos a casa…”

    13 octubre, 2012 at 15:42
    • óscar Reply

      Bueníiiiiiiiisima Raúl!!!!!

      5 mayo, 2013 at 10:08
  • Derleth Reply

    Cuando ibas con tu abuela y se encontraba con amigas o vecinas, y soltaba aquello de “ellos p’arriba… y nosotras p’abajooooo”, con la consiguiente letanía de risas-grititos.

    Diossss….

    13 octubre, 2012 at 15:46
  • Marta Reply

    Jo, lo que dice Supermae, tiene razón: eso de las amiguillas de mi abuela, restregándome el olor a colonia y a crema, cuando no, los pelos aquellos punzantes… ¿Quién no ha besado nunca de pequeño a una abuela con pelos? jajajajajaja.
    Anna, yo creo que sí, que era una ropa interior especial, para que picara lo máximo posible. Y lo de “porque sí, porque yo, porque lo digo yo”, eso también lo he escuchado miles de veces.

    ¡Qué tiempos! Yo pienso igual, que ahora somos nosotros los que decimos todas aquellas cosas a los pequeños de ahora, jejejeje

    13 octubre, 2012 at 15:49
    • Begoña Reply

      Bueno, bueno, lo del beso con el pelo en la cara, yo lo he vivido y lo del porque si que nos decian y asentiamos yo ahora con mi hija eso no es posible, oye, que se tienen que quedar ellos con la ultima palabra en la boca con toda la razon…

      16 octubre, 2012 at 10:10
  • harabel Reply

    “Esto lo haces porque lo digo yo Y PUNTO”. Y tu madre amenazante llevándise la mano al pie: “¡mira que te doy con la zapatilla!”. ¡Míticos!

    13 octubre, 2012 at 16:21
  • Monica Reply

    Y cuando querías que te compraran algo, la respuesta era… Pero tu te crees que tu padre trabaja en un banco??!!!!!

    13 octubre, 2012 at 16:22
    • Anónimo Reply

      Esta frase… Es la de mi madre jajaja

      15 octubre, 2012 at 13:38
    • Sandra Reply

      Jajajajaja!!!! Otra frase mítica que recuerdo era… ¿Pero tú te crees que nos cae el dinero por la chimeneaaaaa??? Jaajajajajajajaj!!!!

      16 octubre, 2012 at 17:48
      • Noe Reply

        La versión en mi casa era: “el dinero no cae por un canal” jajaja

        21 julio, 2013 at 21:54
    • Anónimo Reply

      Ami me decian tu te crees que soy el banco de España?

      3 febrero, 2013 at 20:51
  • Arotxy Reply

    La pregunta ¿Y tú de quién eres? Me la hicieron en el pueblo de mis abuelos, yo contesté ” de mi madre” no me lo volvieron a preguntar

    13 octubre, 2012 at 16:31
  • Irene Reply

    Lo que mas odiaba eran eses vestidos repipis con eses cuellos grandes que tenia q llevar por ser domingo.Los domingos nos poniamos la ropa de salir…jaja…Los besos a todos…A mi madre cuando decia:”como quite la zapatilla veras…”,”quieres comer…ves como ese niño come… y tu no comes nada…asi no vas a crecer”….”no te subas ahi…que te vas a caer…” y cuando caia…”que te dije….!!!” esa frasecita que mal me sentaba por darle la razon a mi madre…jeje

    13 octubre, 2012 at 16:53
  • LUISA Reply

    Se me ocurren a montones:
    Ir “de visita” con mi abuela a casa de viejas en las que nadie me hacia caso, ni me daban un caramelo o algo para pintar y ellas venga dejarle al pico durante horas interminables
    Que me estrujasen los mofletes ( también alguna vieja)
    Que me untasen la pasta Vicks Vaporub en el pecho y luego un trapo asqueroso encima ahí todo pegajoso
    También me la untaban en la zona del bigote para respirar bien y me pillaba una irritación que no veas
    Que las camisetas de ropa interior fueran enormes y me asomase el puño por debajo del jersey o camisa
    Siempre de manga larga cuando mis amigas ya iban de manga corta. Hasta el vestido de Primera Comunión fue de manga larga…la única en toda la celebración, menudo papelón.
    En fin, que no se cómo no estoy traumatizada y les digo a mis hijos cuando se quejan: ” no sabéis los marrones que me tuve que tragar yo”

    13 octubre, 2012 at 17:09
    • Begoña Reply

      De verdad que nuestro hijos no saben en que epoca estan viviendo. Lo de la camiseta es real, siempre aparecia debajo por debajo y luego los puños estaban negros.

      16 octubre, 2012 at 10:11
  • Sara Altable Torres Reply

    Yo no soportaba los leotardos, simpre me guardaban lo nuevos para los domingos, así que el resto de la semana con los viejos que siempre me venían pequeños y se me quedaban a medio muslo…

    13 octubre, 2012 at 17:12
    • Anónimo Reply

      y las rodillas acababan transparentes…

      14 octubre, 2012 at 16:25
    • Pilar Reply

      uy si, que malo era esooooo!!!! los “Piterpanes” les llamábamos en mi tierra, que se aflojaban en seguida y se caían, te pasabas el día subiéndotelos.

      Y que te dejaran crecer el pelo hasta hacer la primera comunión. Luego te lo cortaban al rape, como si fueras una novicia jajajajaja … es verdad que los críos hoy en día han tenido mucha suerte de no haber crecido en aquella dictadura rancia y monjil.

      3 febrero, 2013 at 10:54
    • Ana Reply

      A mí los leotardos me duraban horas: como me subía a los sitios, me terminaba cayendo y rompía las rodillas… Supongo que no surtían efecto las amenazas si seguía haciéndolo…, eso, o que en el fondo sabía que si insistía en romper leotardos terminaría librándome de ellos!!!
      Me he dado tantos golpes que aún me duran las marcas!!!!

      22 julio, 2013 at 11:21
  • kanus Reply

    Mi madre decía….. Como ke kite la zapatillaaaaaa…..!!! Pero no era una amenaza, se la quitaba, y como éramos 4 casi iguales, directamente la tiraba, jejejeje, siempre daba a alguno…

    13 octubre, 2012 at 17:47
    • miguel Reply

      jajajajaj es cierto…hacian el lanzamiento de zapatilla inteligente…salias corriendo …..todos en fila y a la minima salias para donde pudiera cada uno…y aun girando y todo.a alguno atizaba..jajajajajaja

      18 octubre, 2012 at 19:08
      • Javi Madrid Reply

        Con el juego de muñeca que gastaban zapatilla en mano las madres de este país… reparten raquetas y habriamos sido primera potencia mundial de tenis femenino.

        25 marzo, 2013 at 00:58
        • Alejandro Reply

          Suscribo todo lo dicho sobre las madres y las zapatillas… pero bueno, que yo me acuerdo a mi madre dándonos con la zapatilla y los cuatro riéndonos. Lo que tuvo que sufrir la pobre con nosotros, jajaja

          21 julio, 2013 at 19:40
  • marimer Reply

    Yo no soportaba que mi madre me despertara los domingos para ir a misa, pq si no ibas era pecado. Ni dar la paz en misa (eso a mi me ha traumatizado) p q tenía que recorrer media iglesia para besar a todo el mundo??? Yo era hija única pero me tocó heredar todo lo de mis primos mayores y os podéis imaginar la ropa como estaba…. ropa de chico encima!!!!!! ainsss odiaba tambien que se me vieran los puños de las camisetas interiores….

    13 octubre, 2012 at 17:56
    • Anónimo Reply

      LA MIA ENCIMA DECIA: VENGA A LEVANTARSE. HACE UN FRIOOOO…. YA HA MATADO ETA A OTRO…
      A VER QUIEN SE LEVANTABA ASI!!!!!, CON LO DEL FRIO Y EL ATENTADO DIARIO DE LO QUE TE DABAN GANAS ERA DE SEGUIR CALIENTE EN LA CAMA!!!!.
      TAMBIEN ME ACUERDO DE LA FAMOSA FRASE: SE HA MUERTO YA FRANCO???? PARA NO IR AL COLE Y QUEDARTE EN LA CAMA

      18 octubre, 2012 at 01:27
      • jose Reply

        Pues ese día que se murió Franco, yo ya me había levantado, pero como íbamos en autobús al Instituto, al llegar, nos enteramos de que no había clase, con las mismas, el autobús se dió la vuelta.¡Qué fastidio el madrugón para nada!

        22 julio, 2013 at 15:25
    • miguel Reply

      jajajajaja lo de la iglesia era bestial,yo iba por que despues nos metiamos en una pasteleria a tomar un suizo con churros…y claro…eso podia con todo jejejejejejjejej

      21 julio, 2013 at 16:27
  • Fiona Reply

    Yo no soportaba tener que llevar LA ROPA QUE A MI HERMANA LE QUEDABA PEQUEÑA, ni que me cortaran el pelo como a un militar y lo combinaran con unos primorosos vestidos hechos por modista de pueblo, lo que unido a mis gafas me daba un aspecto mas bien… LAMENTABLE… ahhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!1

    13 octubre, 2012 at 17:59
    • susana lozano Reply

      joder, yo no tuve mi propio estilo de ropa hasta los 12 años, que triste…

      27 marzo, 2013 at 15:42
  • Juan Vicente Reply

    Y que me decis cuando te preguntaban: ¿A quien quieres mas, a papá o a mamá?

    13 octubre, 2012 at 18:43
    • Anónimo Reply

      Eso yo también lo odiaba, porque aparte de que eso no te lo habías planteado en la vida, ya sabías que tenías que responder “a los 2 igual” porque si no… (yo nunca lo probé) pero seguro que te caía una bronca que no veas…

      14 octubre, 2012 at 00:18
    • Anónimo Reply

      esto es de juzgado, de mediacion y de conciliacion familiar, que trauma

      14 octubre, 2012 at 16:27
    • Inma Reply

      yo responida . a mi perro

      28 abril, 2013 at 12:31
  • Infinitazul Reply

    La ropa heredada de hermanos mayores y primos… ¡pantalones de pana y jerseys q picaban incluidos!
    Que a tus compañeros del cole les regalaran cosas por no sacar malas notas, mientras q a ti simplemente si sacabas malas notas te castigaban.
    Tener un hermano pequeño y q, cuando se portaba mal, lo q hubiera hecho fuera culpa tuya “porque imita todo lo que haces tu”. Te llevabas una bronca gratuita, y se te quedaba cara de incredulidad mientras respondias: ¡pero si yo ahora no he hecho nada!

    13 octubre, 2012 at 19:29
    • Anónimo Reply

      Y te decían para cuando hagas

      4 mayo, 2013 at 21:16
    • miguel Reply

      joder ya te digo, yo soy el pequeño de 4 hermanos y quitando alguna prenda nueva (póngase jersey de lana con tu nombre hecho por la mama) todo era de mis hermanos, y lo de las notas era una pasada, en verano en el pueblo mientras todos iban a la piscina tu allí estudiando y te decían…ya que no lo has hecho durante el curso pues te toca ahora….GRRRRRRRRR eso me reventaba

      21 julio, 2013 at 16:33
  • Mireia Reply

    Odiaba la gente que estrujaba la cara, los besos con babas que te daban algunas personas, el ¿qué se dice? y tú: gracias. Las trencas con las que no podía jugar y los pantalones de pana que eran incomodísimos.

    13 octubre, 2012 at 19:39
  • jonas Reply

    Cada vez que venia alguien a casa habia que dar un monton de besos a gente que,ni conocias ni los habias visto nunca.Al final opte por esconderme en el altillo cada vez que habia visita y no salia hasta que se marchaban.Lo del cuello de cisne tambien me repateaba,aun hoy no uso esos malditos jerseis que picaban tanto

    13 octubre, 2012 at 20:39
  • La pequeña salvaje Reply

    La típica pregunta de familiares y amigos -¿Qué tal las notas?
    Y con eso de lo de contarle a todo el mundo que ya era mujer… lo habéis clavado

    13 octubre, 2012 at 21:01
  • La pequeña salvaje Reply

    También me acuerdo de la amenaza -Oye, verás como se lo diga a tu padre-. El padre siempre era el chungo de la casa y quien cuidaba de la ley y el respeto en el hogar en plan cherif, jajajaja

    13 octubre, 2012 at 21:04
  • Mª Carmen Reply

    Yo odiaba los gorros esos tipo verdugo, esos que para quitartelos casi te arrancaban la cabeza. Me niego a ponerselos a mis hijos. Todavia recuerdo la sensacion de agobio de esos gorros.

    13 octubre, 2012 at 21:21
    • Begoña Reply

      Yo los pasamontañas, siempre se me metia algun pelo de lana en la boca.

      16 octubre, 2012 at 10:25
    • Ana Reply

      Sigo sin usar jerséis de ‘cuello vuelto’: imagino que el ‘trauma’ me viene de los gorros-verdugo. Que encima eran una prenda espantosamente fea (porque de los vestidos con lacitos y nido de abeja, los calcetinitos de perlé, los zapatitos Merceditas y esas cosas podían alegar que eran ‘monos y femeninos’… pero ¿los verdugos????)
      Así

      22 julio, 2013 at 11:25
  • maria jose Reply

    por que despues de hacer la comunion te hacian una trenza para acto seguido cortartelo a lo chico . Valla llorera que me chupe

    13 octubre, 2012 at 22:04
  • Patricia Reply

    La coleta con el pelo bien bien tirante para que no se saliera ni uno ¡¡¡que dolor todas las mañanas!!!
    Y cuando querías ponerte algo sucio y te decían… ¿Y si te pasa algo y tienes que ir al médico? jajajaja

    13 octubre, 2012 at 22:55
    • Anónimo Reply

      si, si, a mi me decian que habia que llevar braguitas nuevas por si hay que ir al hospital, que risa

      14 octubre, 2012 at 16:28
  • Teresa Reply

    Cuando estavas amenazada de alpargatazos, y te echavas a correr y la punteria que tenia la abuela, jajaja como no te diera bien te pedia que se la llevaras, sentecia segura

    13 octubre, 2012 at 23:18
  • yolanda Reply

    y los manoplazos de agua y jabon en la cara , en invierno , por la mañana antes de ir al colegio???
    ufffff….

    13 octubre, 2012 at 23:43
  • Ana Belén Reply

    Ehhh? Nadie se acuerda de los calcetines cuando te quedaban grandes y te los doblaban un poco por la puntera?? Era horrible.

    14 octubre, 2012 at 00:28
    • Anónimo Reply

      Y cada vez que te compraban unos zapatos, tenían que ser un numero mas grande para que te valiesen por mucho tiempo,vamos que solo se compraba muy de vez en cuando

      14 octubre, 2012 at 01:37
  • Mamen Reply

    cuando te probabas ropa nueva en la tienda y te abrían la puerta o la cortina del probador para que la dependienta (y cualquiera) opinara sobre cómo te sentaba. O te decían, pruébatelo aquí mismo, si total…. Buf, qué vergüenza!!

    14 octubre, 2012 at 01:38
    • Begoña Reply

      Yo eso se lo digo a mi hija, pero por ahi no pasa.

      16 octubre, 2012 at 10:26
    • Superloleitor Reply

      Esto sí que me daba a mi coraje. Venía al probador la dependienta y te abría la puerta allí, delante de todo el mundo. Una vez, mientras mi madre buscaba otro vestido para probarme, me escapé de la tienda y tuvo que salir ella con la dependienta a buscarme.

      16 octubre, 2012 at 22:30
  • Mabela Reply

    Yo no soportaba que tuviera que llevar vestidos rosas con lazo, con chaqueta rosa y leotardos con 12 años y que todo el mundo te dijera que guapa estáaaaaaas y tú te veías espantosa…Me traumatizaron tanto, tanto con las faldas y los vestidos, que no apeo los vaqueros…Que me pusieran camiseta interior de manga larga debajo de una blusa de manga corta en pleno junio cuando ya iba todo el mundo de verano…Y los besos, Dioooooooos, ¿por qué coño tenía que darle besos siempre a todo el mundo? Yo acababa diciendo que no podía dar besos porque “se me habían acabado y tenía que ir a comprarlos a la besería” ja ja. Cada vez que pienso en las paisanas del pueblo que te besaban y te dejaban la cara babada, buf!!! por no hablar de las que picaban… Por último, cuando toda tu familia te buscaba “amiguitos” y tenías que jugar con ellos quisieras o no… Qué tiempos :-)

    14 octubre, 2012 at 02:41
    • Marc Reply

      Eso de los “amiguitos” impuestos lo odiaba con toda mi alma!!

      14 octubre, 2012 at 12:46
      • Begoña Reply

        Mis padres tenian unos amigos cuyas hijas odiaba y cuando sabia que i ban a venir guardaba los juguetes para que no me los estropearan.

        16 octubre, 2012 at 10:26
  • carlos Reply

    Que mi madre no quisiera coserme el dobladillo de los bajos del pantalón vaquero por fuera, como estuvo de moda una temporada. Que mi abuela, al tomarme la lección,se empeñara en que había que recitarla literalmente, palabra por palabra. Que la maestra se empeñara en que acudieran mis padres para contarles cómo iba el curso… que la vecina no nos dejara hacer los “guas” para jugar a los pitones ó canicas… el pantalón corto, claro. ¡Y el dichoso flequillo! Mi hermana mayor que era moderna y una vez me compró unos zapatos ridículos, eso sí, muy modernos…. Y con todas esas cosas… cómo echo de menos aquellos tiempos.

    14 octubre, 2012 at 08:43
    • Sarah Gaelyth Reply

      En efecto, con todo y con eso, y aunque tuve algunos de esos fastidios… Pues no es como para traumas, que sois un@s flojeras cohone…! XD

      Carlos, tienes toda la razón, yo echo de menos aquellos tiempos…!

      Los dioses han sido más crueles años después, gente!

      21 julio, 2013 at 16:33
  • Arantza Reply

    que no dieran los dibujos/barrio sesamo de la tarde porque daban toros LO ODIABAAAAA tu esperando a q empezase y hala, te quedas con las ganas…

    14 octubre, 2012 at 12:30
    • Anónimo Reply

      O porque había no se que del congreso… toda la tarde, qué rollo

      4 mayo, 2013 at 18:34
    • Ana Reply

      Creo que por eso ODIO los pasodobles. Y hasta ahora no había caído en el origen del trauma… Horario infantil y en vez del ‘Barrio Sésamo’, estar haciendo los deberes con los pasodobles taurinos de fondo a la vez que ya empezaba el calor, pero como era entresemana (y había toros) pues había que quedarse en casa… Y ahí, el tachíntachín de orquesta cutre con el pasodoble taurino…, uffff…

      22 julio, 2013 at 11:31
  • Marc Reply

    Me daba mucha rabia cuando me prohibían correr por casa o jugar con cosas que pudieran hacer ruido al caer “porque no querían que viniera el vecino a quejarse”
    Cuando después de montar todo lo necesario para jugar con los famobil o el tente lo tenía que guardar de nuevo en la caja sin haber jugado porque ya era la hora de cenar. (con lo fácil que hubiera sido tenerlo todo preparado para jugar)
    La típica vecina beata que se santiguaba o soltaba expresiones del tipo “virgen santísima” cuando creía que algo era blasfemo.
    Cuando nos compraban jerseis que no nos gustaban y nos decían “son muy modernos, no os podeis quejar”

    14 octubre, 2012 at 12:53
  • Acerero Reply

    A mi me repateaba el pelo a tazon, porque un corte de pelo tan absurdo, cada vez que veo el cuadro de mi comunion (si otra frikada una foto hecha a hilo del dia de la comunion) me asusto del peinado y lo que es peor que durante años la gente me dijese que mono estabas ese dia. uff

    14 octubre, 2012 at 12:57
    • Ana Reply

      El estudio fotográfico más famoso del sitio donde me crié (ciudad dormitorio del extrarradio madrileño) hacía unas ‘Fotos de Comunión’ tan horrorosas, tan malas, tan… que yo, que soy de natural muy fotogénica (no es coña) cuando ví aquello me pregunté que ésa quien era. Y durante AÑOS he tenido que ver ese espanto de foto enmarcada y colgada en sitio visible. Y luego se sumaron las de mis hermanos,,, que eran igual de horrorosas… Tremendo. Todavía sigue siendo un misterio como aquella gente hizo dinero (mucho) con los estudios fotográficos, si aquello era infumable…
      Creo que tardé 20 años en conseguir convencer a mi madre de que ya que insistía en exhibir una foto mía de Comunión, al menos pusiera una de las de la iglesia, que parecía una niña de ocho años, vestidita de blanco, con su casquetito de puntillas, su rosario…, esas cosas propias del día, y no algo raro, obeso (en esos días yo era diminuta y delgadita,…) con cara de imbécil…. Ya digo: debía ser cosa de la iluminación (hoy en día soy fotógrafa), pero aquello no había por donde pillarlo…
      Y encima !!!esas fotos había que enseñárselas a toooodo el mundo!!!!! Aggg….

      22 julio, 2013 at 11:42
  • carlos Reply

    ¡Los tirantes de los pantalones! se me olvidaban ¿vosotros no llevásteis antes que el cinturón? Lo que yo quería era un cinturón como los mayores.
    Y por cierto, también habría que hacer otro post con lo que odiamos de los chicos de hoy… que a veces, dan por saco.

    14 octubre, 2012 at 14:10
  • Marisa Reply

    El cuello alto, los verdugos… y los chandal azul marino del colegio con las rayas blancas a los lados del pantalón y la chaqueta bien apretadica.

    14 octubre, 2012 at 17:34
  • wallis40 Reply

    Odiaba cuando mi madre me subía la falda para enseñarle a sus amigas las bragas de croché que me había hecho, compañeras a los calcetines, que por cierto picaban una barbaridad!!!

    14 octubre, 2012 at 19:06
    • Anónimo Reply

      O MIRA, MIRA QUE MUSLOS TIENE …. JOE QUE ASCO !!! SIEMPRE ESTABAN IGUAL

      18 octubre, 2012 at 01:17
  • Olga Reply

    Y que me decís de las infalibles bragas de perlè caladas que nos hacían las abuelas? Picaban un demonio e íbamos alternando la nalga sobre la que nos sentàbamos para aliviar el picor. Y al final se nos quedaban los agujeritos del calado marcadas en el culo.

    14 octubre, 2012 at 23:44
    • Nieves Reply

      jajajaja… yo tuve unas de esas… eran espantosas… junto con los calcetines a juego…. buaggggggggg….

      15 octubre, 2012 at 09:03
  • Aurora Reply

    A parte de muchas de las cosas que habéis puesto, más de una vez me hicieron la preguntita de: “¿A quién quieres más? ¿A papá o a mamá?”
    Aaaaggghh, qué horror!

    15 octubre, 2012 at 00:24
    • Mabela Reply

      Ahhhhhhg a mí también me lo preguntaban, vaya pregunta, si ni sikiera te planteas eso… Había otra que era mundial: ¿quién te trajo al mundo? y yo que no sabía ni qué me estaban preguntando decía que mi “padre” porque fue el que me sacó del hospital y me llevó en coche y me enseñaba las cosas del mundo ja ja

      15 octubre, 2012 at 01:56
  • Nieves Reply

    Jajajaja… me ha encantado… y estoy de acuerdo en casi todo… ays… y ahora a mis dos peques de 4 años, les hago muchas de esas cosas que juré yo jamás haría a mis hijos… jajajajaja…. pobresssssssssss

    15 octubre, 2012 at 09:02
  • Nuri Reply

    Cuando los adultos que hacía tiempo que no te veían te decían “qué alta estás!” y te hacían poner al lado de tu madre para compararte y decirte “pronto vas a ser más alta que tu madre”. Juro que en esos momentos deseaba encongerme, un poco más y acabo con síndrome de Peter Pan jajajajaja

    Desde entonces, si veo un niño y pienso “cómo ha crecido”, me lo callo…

    15 octubre, 2012 at 14:01
  • isa Reply

    lo peor cuando te ponían las faldas con los calcetines hasta la rodilla y unos tenis…uffff que horror..jajajja

    15 octubre, 2012 at 15:19
  • Esther Reply

    Mi madre nos hacia unos jerseyes que picaban como demonios… Yo me lo ponía con camiseta de manga larga debajo, pero aun así, un pequeño centímetro de piel que quedaba en contacto con la lana y parecía que te habías frotado con ortigas!

    Y los besos de las señoras mayores y el hacer “actuaciones” para toda la familia con el poema que habías aprendido en el cole… Menudo corte!

    15 octubre, 2012 at 18:45
    • Noe Reply

      Es verdad, que palo! además, cuando pensabas que ya se habían olvidado el dichoso poema que aprendiste hace un mes, se reune un gran número de familiares y ¡zas! a cascar otra vez el dichoso poemita/canción que además, como tus padres se lo sabian mejor que tu, no colaba lo de “ay, se me ha olvidado, ya no me acuerdo” porque ahi estaban ellos para darte el pie…

      21 julio, 2013 at 22:07
  • Maximus Reply

    Yo lo tengo claro: que mi abuela me diera un beso en el oido.
    También odiaba que me dijeran lo grande que estaba. Porque no era verdad. Simplemente lo decían por cumplir.

    16 octubre, 2012 at 17:54
  • Marta Reply

    No me gustaba…

    – No poder no jugar al balón en el parque…
    – Los besos de abuela que no eran de mis abuelas…
    – Que mi madre le contara a mis tías que “ya era mujer”, en el cumpleaños de mi hermana, y se despidieran felicitándome. (¿¿¿¿?????)
    – Los quesitos…
    – Como no te comas ésto, te lo pongo para cenar… y si no, para desayunar!.
    – Los calcetines con caladitos.
    – Que me obligasen ir a misa los domingos y encima tener que “dar la paz” a gente que ni conocía ni me caía bien.
    – Las visitas a casa de amigos de mis padres.
    – Que me obligasen a dormir la siesta.
    – Que me dijeran eso de “cuando seas mayor, comerás huevos!”.
    – Las bragas altas.
    – Entrar en un probador y que te viera en bragas toda la tienda.

    … a pesar de todo, tengo los padres más maravillosos del mundo.
    Y me encantaba La Saga de los Porretas… ; )

    17 octubre, 2012 at 21:22
    • Ana Reply

      Ay… los quesitos!!! Los aborrecía: se quedaba el papel pegado, se pegaban en los dedos… y encima te los daban como una exquisitez y porque ‘eran muy sanos’…. ¿A nadie se le ocurría que igual untados en el pan y con nueces estaban ricos???? Imagino que en el anuncio salían niños pelando quesitos y relamiéndose, o algo así… ;)
      En cambio, hoy, me gustan… :)

      22 julio, 2013 at 11:55
  • jose Reply

    yo lo q no soportaba es cuando te ponian los pantalones te los subiaan hasta arriba casi en plan steve urkel y siempre me compraba la ropa mas grande y me decian asi te duraa mas

    17 octubre, 2012 at 23:24
  • susana Reply

    Que me pusieran esparadrapo en el puente de las gafas para que no me rozara… y es que siempre me las compraban grandes para cuando creciera, a costa de parecer una azafata del un,dos,tres….

    18 octubre, 2012 at 22:38
    • Carlos Pepe Reply

      jeeeeeee

      28 octubre, 2012 at 01:01
  • Eva Reply

    Las bufandas laaaaaaargas,que daban para dos o tres vueltas bien apretadas,tapándome la boca y la nariz, como si estuviera en el Polo Norte, para quitármela tenían que ayudarme. Cuando fui mayor me la soltaba nada más salir de casa y me la ponía “como los universitarios”,una punta por delante y otra por detrás, daba igual si el Cierzo me la quitaba cien veces.
    También odiaba los besos babosos de mi tía, pero después de la bronca que me cayó por limpiarme la cara nada más dármelo, aprendí a hacerlo con disimulo. Y tenía otra que escupía al hablar, ah! y los puros asquerosos que se hacía mi tío siempre bien chuperreteados aggggg….

    19 octubre, 2012 at 00:19
  • Merce Reply

    Que me obligaran a besar a las visitas, aunque fuer
    la primera vez que les veía.

    21 octubre, 2012 at 19:35
  • Carlos Pepe Reply

    Yo odiaba especialmente los tirones que me pegaba mi madre en las mangas del jersey para alinearlos bien. Y lo de mojarse los dedos con saliva para limpiarme algo de la cara !!!
    Y que me riñeran porque en el parque levantaba las faldas a las niñas !!! jejejeje

    28 octubre, 2012 at 01:00
  • PHR Reply

    lo de la familia porreta me sacaba de quicio todas las mañanas el despertador del cole era esa odiosa familia y para remate por las tardes mientras hacias los deberes la Elena Francis que era un metijona..lo del invierno y que te plantaran el gorro llamado verdugo..parecías un terrorista..la ropa que tenía que heredar de mis hermanas que era horrorosa y ya no tenía ni color de tantos lavados..y lo qué mas me fastidiaba era la frasecita como vaya vas a llorar por algo..y cuándo te tirabán de pequeño de los mofletes..te daba ganas de cagarte en todo lo que se meneara y esa madre tan indiscreta que cuándo te venia la regla lo pregonaba por el barrio y tú te querias morir..y si te compraban algo de ropa cinco tallas más grande como tenía que durar mucho..en fin que cueldades sufriamos..,

    30 octubre, 2012 at 11:55
  • Débora Aguirre Reply

    Los verdugos, no soportaba que me pusieran verdugos que sólo dejaban a la vista los ojos, picaban como demonios y no te dejaban respirar. Y en cuanto los adultos desaparecían de mi vista me lo quitaba y lo metía en la mochila.

    26 noviembre, 2012 at 13:31
  • maruxiña Reply

    uf!!!..tantas cosas…
    Que mi padre se quedara dormido viendo la tv, roncando como un oso. En el preciso instante, con el sigilo de un ninja le quitabamos el mando de la TV, ZAS! manotazo en la mano …
    Los besos “obligados”..yo me escaqueaba…Ya me decian que era un “cardo borriquero”
    Que se me saliese la manga de la camiseta por la del jersey
    ¿A quien quieres mas….?
    Que mi madre mojase el dedo en saliva y me limpiase una mancha en la cara
    Ponerme el jersey regalo de la abuela y que picaba horores….
    Que me metieran la camiseta por dentro de la ropa interior para no pasar frío…..y muchas mas….
    Que me vistieran igual que a mi hermana

    23 diciembre, 2012 at 01:15
  • Periko Reply

    Que a la vuelta del veraneo me bajaran el pantalón delante de la gente para que vieran el contraste del moreno con el blanco del culo.

    10 enero, 2013 at 04:32
    • Celest Reply

      Nadie odiaba que te miraran los mayores y dijeran: “¿te acuerdas quién es este señor/a?” Decir que si y sabias por como te miraba tu mamá que efectivamente no tenias ni idea…

      26 enero, 2013 at 00:37
  • Celebestel Reply

    Yo no soportaba que me vistieran con los vestidos con cuello de encaje y lana. Con lo que picaba aquello!!!

    26 enero, 2013 at 17:47
  • emma Reply

    Y cuando tu madre te decia?
    Mastica bien la comida a ver si te vas a atragantar que yo conoci a un niño que se atragantó y se murió.
    O no te subas a la silla que yo conoci a un niño que se subió y se cayó…
    todo eran desgracias para que hicieras las cosas bien jajajaj.

    11 febrero, 2013 at 11:43
  • Cómo nos recibían las abuelas cuando íbamos al pueblo en Semana Santa, sus manías - Yo fui a EGB Reply

    […] que no podían faltar en casa de los abuelos Cosas que no soportábamos de los mayores Cosas que hacían o decían nuestros mayores y que repetimos ahora (por si acaso) Diez cosas que […]

    27 marzo, 2013 at 11:30
  • edissa Reply

    Los pasamontañas, sufrimiento para ponertelo y para quitártelo, aquellos jerseys de angora que picaban un montón y se les caían todos los pelos en plan “Gato de angora pelechando por la casa” que según la leyenda urbana si los metías en el congelador ya no se les caía el pelo (a los jerseys) pero seguias pelechando por donde ibas.
    Que dentro del probador te abrieran la cortinilla o te probaran delante de toda la tienda….. mi madre todavía sigue intentando hacer lo de la cortinilla cuando me pruebo…
    Si no te comes la comida te bajo a la cueva… (mi casa tenía cueva-bodega, y siempre parecía la boca del lobo) todavía tengo pesadillas.
    Contarle a todo el mundo que eras mujer…. por lo menos podían premiarlo ya que te hacían pasar la vergüenza.
    Los leotardos de lana y canalé….
    Los tirones de pelos al peinarte y hacerte la coleta o la trenza de espiga.
    Las camisetas interiores, que a mí me picaban un montón y mi madre se empeñaba en decir que era alérgica, claro dejé de hacerme costras en la espalda cuando dejé de usarlas siendo adulta.
    Esos zapatos que te combinaban estrategicamente con el chandal para la clase de gimnasia (horrible)
    Las tías abuelas y demás parientas que te daban besos babosos, y que además pinchaban con el bigote.
    Tener que besar a todo el mundo y que te cojieran de los mofletes y te tirasen, cada vez que venían a casa me escondía del daño que me hacían.
    La típica frase de ” mira tu prima te saca media cabeza….” o ” pues fulanita ha aprobado todo ¿y tu?” todavía me pongo de los nervios cuando escucho decir eso a un niño como si la vida fuera estar en continua competición desde que naces.

    27 marzo, 2013 at 12:00
  • susana lozano Reply

    y lo tipico de: uy!!! tienes una mancha y zas!!! restriego de dedo con babas en la cara para limpiarte, uggggg

    27 marzo, 2013 at 15:47
  • Marian Reply

    Ir vestida “de domingo” a una comida familiar, y que la abuela y las tías te levantasen la faldita para ver “las braguitas tan monas que llevabas” (de esas de perlé, con lacitos) es uno de los recuerdos más humillantes de mi infancia…aunque no el único, jaja.

    27 marzo, 2013 at 17:33
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    5 abril, 2013 at 17:36
  • Rebeca Reply

    Pues a encantaba que me llamaran de la ventana y me echaran el bocadillo, …

    28 abril, 2013 at 10:32
  • Inma Reply

    Yo pasaba hambre cada vez que saliamos a comer con la familia, mi madre siempre decia,a la niña no hace falta que le pongas cubiertos , si no come nada, come como un pajarito… menos mal que mis primos mayores me sentaban a su lao y me daban.

    Otra , ser la mas peqeuña de tu familia, que tus primos fueran 20 años mayores que tu y encima tu madre quisiera que te pusieras la ropa de cuando ellos eran pequeños ….como que no, que trauma cogi con la ropa

    28 abril, 2013 at 12:38
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    […] Las sintonías de la tele con las que nos mandaban a la cama Diez programas infantiles de la EGB Cosas que no soportábamos de los mayores Diez grandes leyendas urbanas de los […]

    3 mayo, 2013 at 10:56
  • María Reply

    Yo no soportaba que me dijeran eso de “Y que niña más guapa” mientras me estrujaban los mofletes mientras movían mi careto.

    4 mayo, 2013 at 18:16
  • angeles souto correa Reply

    pues a mi no me paso nada de eso ………por lo ke veo debo de ser una afortunada …..jajajajajajaja

    4 mayo, 2013 at 18:42
  • olga Reply

    cuando mojaban el pañuelo con saliba y te limpiaban los churretes de la cara o alguna legana,no lo soportaba

    4 mayo, 2013 at 19:05
  • Isabel Reply

    Que mi madre me limpiara la comisura de los labios con un pañuelo mojado de su saliva cuando subíamos al ascensor para salir a la calle. ¿Por qué no lo hacía antes de salir de casa?

    Que me pinchara con las agujas cada vez que me arreglaba los vestidos que heredaba de mi hermana. Soñaba con ir a una tienda de ropa a comprar ropa nueva.

    Que cuando cenábamos toda la familia me pidieran siempre a mí que cambiara de canal, según ellos porque estaba más cerca del televisor.

    Y todo lo que he leído antes…. qué míseros y a la vez entrañables recuerdos!

    4 mayo, 2013 at 19:37
  • joa Reply

    A mi me ponian algodon en la puntera de los zapatos cuando me quedaban grandes….
    Lo odiaba!que incomodo!

    4 mayo, 2013 at 21:16
  • Maria Jose Reply

    Que llevo la zapatilla en chancla… Y habia que salir corriendo para q no te pillara, q te ponia el culo al rojo vivo

    4 mayo, 2013 at 22:09
  • Ana Reply

    Jo que recuerdos!
    Yi odiaba ir a mi pueblo y que todas las viejas dijeran: uiii esta es la pequeña??? Mientras te daban 40 besos en cada carrillo para acabar retorciendote los mofletes. Dios como me ponian
    O sino la mitica frase de mi madre “y luego no digas que no te lo he dicho”
    Y para terminar he leido quejas de las bragas y calcetines de ganchillo pero..y los bañadores con volantes que? Horroso y lo peor es que te le compraban grande para luego ir encojiendo las tiras y que asi durase mas. Vamos que te tirabas media vida con el dichoso bañador

    4 mayo, 2013 at 22:25
  • Mary Reply

    Yo que detestaba es que me obligase ir a misa. Por eso hoy en día he salido mas anticlerical que todas las cosas.

    4 mayo, 2013 at 22:26
  • Peterpunk Reply

    Hace mil años que no escuchaba la Saga de los Porretas. Era un programa de humor?

    4 mayo, 2013 at 22:28
  • JuanfranC Reply

    Quiero, hacer referencia, a lo de no gustarme lo de la raya a un lado. resulta que mas tarde comprendi….. que con mi pelo no se podia hacer mucho mas, pues cuando intento ponerlo de punta, parecen gatos pelados, cada uno va para donde le da la real gana jajajajajaja

    4 mayo, 2013 at 22:40
  • Bego Reply

    El uniforme del colegio y más aun el de gimnasia que llevaba falda y debajo pololos hasta la rodilla :(((

    5 mayo, 2013 at 05:32
  • Lucía Reply

    Las odiosas bragas de ganchillo (que ni abrigaban, apretaban en las piernas pero quedaban flojas en la cintura, se te quedaban grabadas a fuego en la piel y, en definitiva, eran CÓMODAS, CÓMODAS, …)

    La saliva para manchas, como gomina, ….

    La ropa de lana que todas las madres se empeñaban en negar que pudiese picar o resultar mínimamente molesta.

    El hablar de tí y de cualquier tipo de intimidades con los demás, como si tú no estuvieses delante ni fuese remotamente molesto.

    El ponerte a hacer pis y exponerte en público en los sitios más insospechados y sin el más mínimo pudor.

    La obsesión con la dichosa leche, así te sentase de pena, y hacerte tomar el mítico “Calcio20” no fuese a ser que tuvieses un problema de descalcificación a la temprana edad de los 6 años.

    El hacerte acabar todo lo del plato y no dejarte ir a jugar aunque ya fuesen las cinco de la tarde y la comida estuviese ya fría y resultase de todo punto “incomestible”.

    El ir a comprar ropa o, lo que es peor, zapatos, y comprarlos a pesar de que tú dijeses por activa y por pasiva que te hacían daño o te resultaban incómodos (¡tú qué sabrás!!!).

    5 mayo, 2013 at 09:21
  • Lucía Reply

    Ah, y por supuesto, los tirones variados de pelo y miradas sorprendidas al provocarte lágrimas varias (¡es que no aguantas nada!, ¡si apenas te estoy tirando del pelo!)

    O el pretender lavarte el pelo en la pileta del baño o incluso en el fregadero, en posturas contorsionistas varias, con el subsiguiente dolor insoportable del cuello y la natural incomprensión habitual ante tus quejas.

    5 mayo, 2013 at 09:28
  • Ñor Reply

    Que quien te besara te dejara babas en la mejilla. Lo peor es que la cantidad de babas en la mejilla aumentaba con la edad del besador >_< Y luego si te limpiabas con la manga te llamaban maleducado

    5 mayo, 2013 at 11:15
  • alex Reply

    Pues a mi, como no comia nada,los sábados que estaba mi padre se iban todos al sofá a ver sábado cine y yo me quedaba muerto de asco mirando el plato de turno que estaba congelado hasta que me dejaban levantar. Juro haber visto películas casi enteras de reojo mientras me decian….. comeeee!!!! y no, no me lo comia, los principios por encima de todo.

    14 mayo, 2013 at 17:04
  • Un joven se tatúa a David Hasselhoff en el culo al perder una apuesta - Yo fui a EGB Reply

    […] misterios sin resolver sobre el papel higiénico El Elefante Cosas que no soportábamos de los mayores 10 grandes leyendas urbanas de los […]

    16 mayo, 2013 at 16:20
  • estrella Reply

    Los besos de las abuelas porque les pinchaba la cara..

    21 julio, 2013 at 16:06
  • eli Reply

    Que me vistieran igual que mi hermana,yo azul y ella rosa,esos odiosos vestiditos,y a conjunto lacito en el pelo.

    21 julio, 2013 at 16:13
  • M.E. Reply

    Enseñar a todos los vecinos mi primer sujetador…..

    21 julio, 2013 at 16:33
  • Anónimo Reply

    Pues ahora recuerdo que a mi me ponian combinacion debajo de la ropa. Si era con falda, puedo llegar a entenderlo pero tambien me la ponian con pantalon!!! Remetida dentro de las braguitas y los laterales asomando como alas y haciendo bultos debajo de los pantalones. Pero lo mejor es que… Debajo de la combinacion tambien me ponian una camiseta de felpa bien gruesa!!! Que espanto

    21 julio, 2013 at 16:42
  • helen garcia ivorra Reply

    Y bañarnos de domingo a domingo….era como un ritual……la mama hermana mayor

    21 julio, 2013 at 17:00
  • Patro Reply

    Jajaja me lo estoy pasado de lujo con los comentarios!!
    Y qué me decís cuando ibas a tomar algo con tus padres y sus amigos y si intentabas coger algo de un plato común tu madre te fulminaba con la mirada???? Jooooo qué hambre! Y para eso si el otro niño no tenía esosproblemas…. Los niños educados no meten la mano en el plato!!!! Dios!!!

    21 julio, 2013 at 17:00
  • Patro Reply

    Ahhhh se me olvidaba lo mejor!!! No te montes en bicicleta que te vas a desvirgar!!!!!!

    21 julio, 2013 at 17:04
    • Mari Reply

      jajaja… yo me desvirgué en una cancha de baloncesto, ya no me lo podían decir.

      21 julio, 2013 at 22:57
  • Mary Reply

    Y los besos sonados de abuela que te dejaban el pintalabios marcado en la cara

    21 julio, 2013 at 18:07
  • María Reply

    Yo odiaba cuando me encontraba con algún mayor y me decía: !Que guapa estás, que gordita¡¡.
    Y también lo de las bragas de perlé que se quedaba el dibujo en las nalgas durante horas si te sentabas.

    21 julio, 2013 at 18:40
  • Patro Reply

    Aunque tengo que decir que lo más traumático con diferencia sin duda, eran aquellas lavativas de goma llenas de agua caliente que te ponían en semejante sitio mientras dabas gritos de pavor. Dios, maldito estreñimiento!!!!

    21 julio, 2013 at 18:40
    • Rafa Reply

      Los supositorios de glicerina Rovi del calibre 36 que si no te los introducian rapido se deshacian y uno apretando el culo del miedo que nos daba que nos metieran eso por ahi detras…jajajajaja!!!!!

      23 julio, 2013 at 01:10
      • L Reply

        aiii sí!!! que mal recuerdo tengo de los dichosos supositorios!! y cuándo se deshacían, eran aún más asquerosos!!

        5 mayo, 2014 at 00:39
  • Concha Reply

    Dos cosas: que me hicieran 2 coletas y que me cortarán el perlo a lo chico en verano. Lo odio. A mi hija, jamás de los jamases le hice dos coletas, de esas altas y mucho menos le he cortado el pelo, nunca!!!!!

    21 julio, 2013 at 19:54
  • isaias Reply

    Cuando llegabas al pueblo de mi padre en mi caso y todas las viejas durante una semana y tu de quien eres mijo agarrándote del brazo era una pesadilla año tras año

    21 julio, 2013 at 20:09
  • Blackgeisha Reply

    Que cuando ibas al mercadillo de tu barrio y tu madre te quería comprar un sujetador, porque te estaban creciendo las tetitas, te lo probara encima de la ropa que llevabas a ver si era grande o pequeño, mientras todo el mundo te miraba, decadente

    21 julio, 2013 at 20:20
  • Mari Reply

    Que tu madre te quisiera probar una braga sin entrar en el probador y tú bajando la pierna para que no lo hiciera (basado en hechos reales)

    21 julio, 2013 at 22:53
  • Mari Reply

    Que tu madre le contara cómo iba tu desarrollo sexual a la vecina de al lado y se pusieran a comparar

    21 julio, 2013 at 22:56
  • JAntonio Reply

    Increíble. Menos lo de los porretas por la mañana (lo escuchábamos por la tarde), lo de las pelis con rombos (sólo me gustaban los dibujos y barrio sésamo), lo del bocata de queso con membrillo y las cosas propias de las niñas… ¡¡¡he sufrido todo lo demás!!!!
    Lo que más odiaba, sin duda, era lo de que contaran a todo el mundo que comía poco y que no me gustaba nada, encima estando yo delante. Y los polos con el cuello que picaba… menudo trauma.
    Y eso de llevar el pelo largo y rizado (igual que el rubio de los parchís) y que todo el mundo me confundiera con una niña… no tendría más de 6 años, pero tengo vagos recuerdos.
    Y mi tío que cada vez que me veía por la calle me cogía la cara y empezaba a darme palmaditas en las mejillas que a mí me parecían bofatedas.
    Otra cosa que odiaba era que me tocaba siempre a mí, justo a la hora de comer y aunque estuvieran mis hermanos mayores, ir a la tienda de la calle de atrás a comprar un litro de La Casera, con el casco vacío por supuesto.

    22 julio, 2013 at 01:02
  • Anónimo Reply

    no soportaba los besos de abuela que te daban un monton o tener que estar dos horas sin poder bañarte en el mar xq decian q se cortaba la digestion

    22 julio, 2013 at 01:20
  • Rebeca Reply

    Yo tengo un verdadero trauma con eso de “mi hija ya es mujer”. Creo que me vino la regla tan tarde porque mentalmente no quería pasar por eso!!jajaja. Yo era muy machorro, jugaba a todo con los chicos, y eso de la regla no podía pasarme a mí…y menos que se lo contaran a todo el mundo, solo faltó ponerlo en los periódicos!!! No sé si tendré hijas, pero os aseguro que no tendrán que pasar por eso, NO!!!!

    22 julio, 2013 at 14:05
  • Anónimo Reply

    Yo no soportaba ni los cuellos de cisne (tampoco me los pongo ahora), ni los pantalones de pana, ni los pasamontañas. Odiaba que mi padre me dijera que ya era una mujer cuando me vino la regla, porque yo seguía sintiéndome igual de niña. Y lo que menos me gustaba de todo, es que bajaran a buscarme a la calle (mi piso daba a interior) cuando hacía 10 minutos que se había hecho de noche y aún no había subido a casa (en invierno era a las 18h). Menuda bronca me esperaba si eso sucedía…

    22 julio, 2013 at 14:11
  • Rafa Reply

    Odiaba a mas no poder lo de las 2 h de la digestion cuando iba de vacaciones a la playa o piscina.Todos los demas bañandose y mi hermano y yo ahi aguantado las 2 malditas horas y yo me pregunto quien se invento lo de las 2 horas????Por que no 45 minutos o una hora o una hora 15 minutos……Recuedo un verano en un hotel de Salou que era cada dia acabar de ver el coche Fantastico y to Cristo a la piscina…..Yo a leer a la habitacion,pasear ,algun billar o ver mas tele o a pasar esas 2 horas como buenamente pudiesemos.

    23 julio, 2013 at 01:05
  • sarapilimiguel Reply

    todo lo que habeis dicho…

    23 julio, 2013 at 15:09
    • Anónimo Reply

      … y el tener que acompañar a tu madre a la peluquería, siendo el único niño en una sala llena de Mujeres leyendo el Hola. ( Que vergüenza ).

      29 julio, 2013 at 13:18
  • Traveling Pics Reply

    Mi mamá que sólía contar hasta tres, depacio, en voz alta y amenazadora, dándonos tiempo de retractarnos antes del “tres” porque si no….
    Una profesora de primaria hacía lo mismo :(

    Pero lo que siempre más odié fueron los zapatos de charol, las mediecitas con volantitos (tengo un trauma horrible con eso) y que me vistieran como mi hermana ¡Ah, las madres siempre tan faltas de imaginación!

    20 noviembre, 2013 at 19:57
  • Anónimo Reply

    !!lo peor de todo que se chupasen el pugar para limpiarte la cara!!!! que asco, es algo que procuro no hacerles nunca a mis hijos.

    4 febrero, 2014 at 17:10
  • Nuria Reply

    El levantarte, con 5 años a las 6 de la mañana, para que tu madre te hiciera los moños de fallera, porque se hacían en casa, en tensión, con muchos tirones, y en silencio para que no se desconcentrara porque se ponía muy nerviosa. Ni respirar podías. El pasacalles era a las 12 pero ella necesitaba tiempo. Ya no me los han vuelto a hacer…aunque ahora que tengo una hija, ¿se los haré yo? Jajajajaja.

    17 febrero, 2014 at 06:14
  • Anónimo Reply

    yo lo que mas odiaba, a parte de todo lo que habéis dicho que me he sentido fielmente reflejada, es la manía de obligarte a darle besos a todo el mundo aun hoy es el día que me pone de los nervios cuando mi hermana le dice a mi sobrina pequeña : venga dale un besito a la señora !!! ….. joe deja a la pobre cría en paz sino quiere darle el beso que no se lo de.

    21 febrero, 2014 at 11:02
  • 25 frases que nos han dicho todas las madres - Yo fui a EGB Reply

    […] puedes ver: Cosas que no soportábamos de los mayores Cosas que hacíamos en clase y que odiaban nuestros profesores Cosas que hacían o decían nuestros […]

    4 mayo, 2014 at 17:04
  • Rakel Reply

    yo aun tengo el trauma por la cola de caballo k m hacia mi madre k casi ni podia cerrar los ojos… y las bragas… el dia k m llevo mi madre al pediatra y m dijo k l dijera a mi madre k m comprara bragas d chica y k tirara las d vieja… eso no s m olvidara en la vida

    4 mayo, 2014 at 22:29
    • Rakel Reply

      k m mandaran llamar al butanero por la ventana a gritos… lo ODIABA… ahora llamo yo a gritos a mis hijos por la ventana… jajaja

      4 mayo, 2014 at 22:49
  • Cosas que hubiésemos tuiteado en los 80 y 90 - Yo fui a EGB Reply

    […] puedes ver: Cosas que no soportábamos de los mayores Cosas que hacíamos en clase y que odiaban nuestros profesores Cosas que hacían o decían nuestros […]

    5 mayo, 2014 at 06:03
  • lucia Reply

    Llevo un montón de rato llorando de la risa porque lo he vivido todo. Pero lo que más odiaba era que mi madre no me dejaba bañarme ni comer helados cuando me venía la regla porque me iba a quedar tonta.

    22 agosto, 2014 at 00:52
  • Vuelta al cole. Cosas que odiábamos de nuestra época de estudiantes - Yo fui a EGB Reply

    […] puedes ver: Cosas que no soportábamos de los mayores Cosas que hacíamos en clase y que odiaban nuestros profesores Cosas que hacían o decían nuestros […]

    1 septiembre, 2014 at 08:26
  • angels Reply

    Pues mi padre me decia vas a cobrar el retirobrero y hasta hace poco no supe que era como una especie de finiquito laboral de hoy, entonces era una zapatilla en el trasero!!

    11 octubre, 2014 at 22:44
  • Txaro Reply

    Yo no soportaba que me dijeran: son cosas de mayores, cuando seas mayor lo entenderas (yo por lo menos no me acuerdo nada mas que de la jodia frase), lo de no cojas ningun caramelo que te den por la calle que seguro lleva droga, (no es por nada pero realmente se creian que con lo que les costarian las drogas se iban a dedicar a ponerla en caramelos para darselo a niños) y ya mi remate era cuando mi madre me decia para que no fuera a la parte onda de la piscina que alli estaba la rejilla de la depuradora y que habia niños a los que habia absorbido las tripas muy macabro

    3 noviembre, 2014 at 11:18
  • M. Carmen Reply

    Quieren saberlo todo ,aunque ellos alardean de que lo saben

    21 enero, 2015 at 12:20
  • Tomas Reply

    A nosotros nos despertaban con radio hora, y era un suplicio estar en la cama escuchando “no pasan las horas, pasan los minutos” y cada minuto el locutor decía la hora, patrocinado por Relojería Enrique Busian, que odio teníamos al pobre Enrique.

    27 febrero, 2015 at 05:36
  • Espe Reply

    que cuando iba a comprar ropa con mi madre, su frase preferida era “no, eso a ella no le gusta” mientras tu estabas diciendo por dentro “es preciosa, yo la quiero”. Pero a ver quien llevaba la contraria ¡¡
    .

    26 mayo, 2015 at 14:08
  • JORGE Reply

    A QUIEN QUIERES MÁS A PAPÁ O A MAMÁ , QUE TE PREGUNTABA LA VISITA DE TURNO

    1 julio, 2015 at 00:15
  • La verdadera historia del Teletrébol de Tele 5 - Yo fui a EGB Reply

    […] Diez grandes leyendas urbanas de los 80 Trece supersticiones para un martes y trece Cosas que no soportábamos de los mayores […]

    18 enero, 2016 at 15:02
  • Thor Reply

    Como ha dicho Anónimo, acompañar a mi madre a la peluquería. En los primeros 90 ya empezaba a haber peluqueros varones que sugerían cortarte el pelo allí mismo, cuando siempre habías ido a peluquerías de caballeros, para acabar sucumbiendo al experimento.

    Aparte de eso, tener que aguantar la espera como buenamente podías, porque las revistas (del corazón o de estilismo), tampoco dejaban sitio a la imaginación

    Y la pregunta de las narices “¿a quién quieres más, a tu padre o a tu madre?”

    26 febrero, 2016 at 02:15
  • CAR Reply

    Lo que odiaba, era esa coleta repeinada con peine mojado en agua que cuando te pasabaeél peine te dejaba surcos en él cuero cabelludo y te dejaba china y con un dolor cuando cerrabas los ojos o te reías. Jajaha…
    Y lo que me encantaba (más de mayor que de niña) era la yema con azúcar batido, yo era muy mal comedora . jajaja

    17 abril, 2016 at 10:14
  • Gumersindo 92 Reply

    Estar jugando con la pandilla, k pasara tu madre y despues de hacerte sentir el crio mas crio del mundo, te diera un beso dejandote todo el pintalabios marcau……las risas de los colegas duraban lo suyo…….

    27 agosto, 2016 at 16:25
  • Montserrat Reply

    La bragas de crochet que me hacía mi abuela, luego las ponían tiesas ¡¡¡con almidón!!! me arañaban por todos laos, luego perdían el almidón y se iban dando de sí, y las llevaba colgando por los muslillos. Cuando saltaba a la goma o a la comba y se me veían los niños se reían: ¡¡¡lleva las bragas de agujeritos¡¡¡.

    10 abril, 2017 at 17:35
  • Alex Reply

    Las palmadas en la nuca a modo de saludo de algún familiar que todavía daban mas rabia cuando no las esperabas.

    La frase de mi madre a mi hermano y a mi cuando nos entraba la risa floja en la mesa a la hora de comer y no podíamos parar de reirnos: “después de las risas vienen los lloros” decía. Y a veces era verdad que venían. En forma de sopapo.

    8 agosto, 2017 at 17:21
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    Cosas que no soportábamos de los mayores – Yo fui a EGB

    20 noviembre, 2018 at 04:27
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    26 enero, 2019 at 05:20
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    27 abril, 2019 at 07:35

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